Con motivo de la pasada celebración del Día Internacional de las Mujeres Rurales, el 15 de octubre, bajo el lema “Las mujeres rurales cultivan alimentos de calidad para todas las personas,» la Universidad Autónoma Chapingo reconoce y valora la labor del equipo de mujeres científicas que colaboran en el Proyecto de Producción de Semillas de Maíz Amarillo.
La participación de la mujer en la agronomía, como ciencia de la agricultura, ha sido fundamental pero históricamente subestimada. Desde las antiguas civilizaciones mesoamericanas, las mujeres desempeñaron un papel esencial en la producción de alimentos. La población femenina era responsable de la selección y cultivo de semillas, así como de la recolección y procesamiento de cultivos.
A través de prácticas tradicionales transmitidas de generación en generación, las mujeres mexicanas han conservado y enriquecido valiosos conocimientos agrícolas, contribuyendo a la diversidad de cultivos y técnicas agrícolas. Sin embargo, a lo largo de la historia, las mujeres han enfrentado desafíos en el acceso a la educación y la participación en labores de liderazgo en la agronomía formal.
En la Universidad Autónoma Chapingo, destaca la figura de Czeslawa Prywer Lidzbarska, profesora de la Escuela Nacional de Agricultura, antecedente de la UACh. Su busto se encuentra en la Calzada de los Agrónomos Ilustres, un espacio reservado a las personalidades que han dejado una huella en la historia de la educación y las ciencias agronómicas en México.
Czeslawa Prywer no sólo es conocida por su investigación, enseñanza y amor por el campo mexicano, sino también por su papel como pionera en un espacio tradicionalmente dominado por hombres.
En la actualidad, se observan avances en la igualdad de género en la agricultura mexicana, con un creciente número de mujeres asumiendo funciones clave en la investigación, gestión de empresas y toma de decisiones en el campo.
Esto se refleja en el equipo de fitomejoradoras que trabajan en la generación de nuevos híbridos de maíz amarillo mejorado en el Proyecto de Producción de Semillas de Maíz Amarillo para Sustitución de Importaciones, del Programa Interdisciplinario de Producción de Semillas (PIPS), emprendido por la Universidad Autónoma Chapingo.
Las mujeres que colaboran el proyecto son la Dr. María Elena Ramírez, Posdoctorado en la Escuela Superior de Ingeniería, Mecánica y Eléctrica del Instituto Politécnico Nacional y especialista en fitotecnia, así como María Adelaida Caritina Luciano Lázaro, Joselin Cruz Juárez y Danibeth Hernández García, cada una con su propia historia y experiencia que enriquecen el equipo.
A pesar de sus diferentes orígenes y realidades, todas comparten un profundo compromiso en la generación de variedades de semillas con altos rendimientos, basado en un principio precautorio y en garantizar que estos productos contribuyan a la soberanía alimentaria del país. Además, estas variedades pueden tener aplicaciones en la industria alimentaria, cosmetología y la elaboración de artesanías.
La labor de estas mujeres no se limita al campo, sino que también involucra trabajo de escritorio, incluyendo la captura de información, análisis de calidad y toma de decisiones. El equipo femenino realiza estudios minuciosos para garantizar la calidad genética, física, fisiológica y sanitaria de las variedades sobresalientes.
A lo largo de la historia, las mujeres han aportado su conocimiento empírico a la agricultura y, hoy en día, estas científicas aplican sus conocimientos académicos para abordar desde la investigación los desafíos alimentarios de nuestro país.
La conmemoración del Día Internacional de las Mujeres Rurales es un homenaje merecido para todas las mujeres de origen rural que han contribuido al desarrollo de sus comunidades y a la producción de alimentos de calidad.
La Universidad Autónoma Chapingo reconoce el camino arduo que han recorrido las mujeres en la agronomía para ganarse un lugar en la ciencia y la tecnología y, en particular, en proyectos de gran importancia como el de maíz amarillo mejorado, en el que su contribución es fundamental para garantizar un futuro más sostenible y seguro en la producción de alimentos en México.