Washington, 7 dic (Prensa Latina) El cuarto debate presidencial republicano celebrado en la ciudad de Tuscaloosa, en el estado norteamericano de Alabama, muestra hoy el interés que despierta la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley.
La también exembajadora ante la ONU aparece como figura en ascenso dentro del Partido Republicano (GOP, sigla en inglés por la cual se identifica) y fue centro de los ataques en el cara a cara de anoche.
Algunos observadores la señalan como la de mayores posibilidades para enfrentar al favorito, el expresidente Donald Trump (2017-2021), sin embargo, está bien distante de su exjefe en los sondeos.
No obstante, Haley es la que más creció en las encuestas, pero Trump es dueño de una diferencia de 40 puntos sobre su más cercano rival, el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Los cuatro contendientes en el escenario (Haley, DeSantis, el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie y el empresario Vivek Ramaswamy) pasaron además la mayor parte del debate de dos horas golpeándose entre sí.
Preguntas punzantes, las referencias a Trump -ausente presente- y el abordaje de algunos temas candentes como migración y la guerra de Israel contra el Movimiento de Resistencia Islámica Hamas en Gaza ocuparon gran parte del espacio.
Haley, por ejemplo, dijo que de llegar a la Presidencia deportaría a todos los migrantes irregulares que entraron durante la administración de Joe Biden, mientras DeSantis prometió que terminaría de construir el muro.
Única mujer en la pelea, Haley recibió recientemente el respaldo del influyente grupo conservador Americanos por la Prosperidad.
A juicio de la organización, ella «representa una nueva generación de líderes conservadores que resolverán los problemas difíciles y llevarán a nuestro país hacia adelante. Su visión positiva de Estados Unidos es lo que necesitamos desesperadamente».
Durante el debate, la exgobernadora dijo que agradecía la ayuda de donde viniera, pero no dejaría que dictara sus políticas.
El encuentro, a menos de seis semanas del caucus de las primarias de Iowa, puso sobre el tapete la creencia de cada uno es la única alternativa del GOP para enfrentar al expresidente Donald Trump, quien, aunque estuvo ausente, fue objeto también de los cuestionamientos de los presentes.
Desde el tercer debate, el 8 de noviembre, dos candidatos abandonaron la carrera: el senador Tim Scott (republicano por Carolina del Sur) y el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum.
Los estudios de opinión reflejan de forma constante que Trump -pese a su montaña de problemas con la justicia- lleva un paso que aparenta imparable.
El exmandatario comentó que la lucha por el segundo lugar entre sus rivales es, sencillamente, una pérdida de tiempo.