Dinastía Sánchez sigue dejando huellas en el béisbol cubano

Matanzas, Cuba, 2 ene (Prensa Latina) Ariel Sánchez, miembro de una de las familias más célebres en la historia del béisbol cubano, está más cerca hoy de arribar a dos mil imparables conectados en su carrera deportiva.

Apenas cinco le restan a este zurdo de 39 años para superar una marca que ya vencieron una vez sus tíos Wilfredo (dos mil 174) y Fernando (dos mil 215), quienes fueron en su momento los máximos productores de indiscutibles en los campeonatos beisboleros del país.

Ningún otro dúo de peloteros unidos por lazos sanguíneos puede presumir de haber superado esa cantidad en más de 60 años de torneos nacionales, por lo que tres parece un récord que perdurará en el tiempo.

Además de ellos, Arturo (padre de Ariel) y sus hermanos Felipe y Armando, se desempeñaron en Series Nacionales siempre defendiendo los colores de la provincia matancera, algo inédito en un país donde el béisbol es el pasatiempo por excelencia.

Esta dinastía de cinco hermanos y un sobrino comenzó con René Sánchez, un jugador de la Liga de Pedro Betancourt que les construyó a sus hijos un terreno rústico frente a su casa en su natal Jovellanos, para que practicaran y conocieran este deporte.

A partir del venidero sábado 6 de enero cuando comience la postemporada de la liga invernal cubana Ariel, que promedia en 19 campañas para 327, buscará con el uniforme de sus Cocodrilos matanceros la hazaña que le permita cerrar con broche dorado su paso por los campeonatos domésticos.