Washington, 4 ene (Prensa Latina) La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos reabrirá hoy cuatro cruces en la frontera común con México, pero continuará la evaluación constante del flujo migratorio que de aumentar podría llevar a nuevas interrupciones.
El cierre se hizo en «base en los flujos migratorios que habíamos visto en la frontera», recalcó Blas Núñez-Neto, subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), citado en medios locales.
Es una decisión, no la tomamos levemente, sabemos muy bien y reconocemos el impacto económico para ambos países y más allá de eso, el impacto tremendo para las comunidades fronterizas en ambos países», subrayó el funcionario.
A mediados de diciembre pasado, debido a una ola migratoria en la zona, el DHS cerró Eagle Pass International Bridge 1, en Texas; el cruce peatonal de San Ysidro, en San Diego, California; el puerto de entrada Lukeville, en Arizona, y el Morely Gate en Nogales, Arizona.
En diciembre una reunión de urgencia entre enviados del presidente Joe Biden y el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, acordó la reapertura de los cruces a partir de este jueves.
Núñez-Neto consideró que que han observado una disminución en cuanto al flujo de migrantes en las últimas dos semanas gracias a medidas conjuntas de Estados Unidos y México.
La crisis migratoria es uno de los talones de Aquiles de Biden. Los congresistas republicanos de la Cámara de Representantes anunciaron este miércoles que iniciarán el procedimiento de juicio político contra el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, por su manejo del tema.
El Comité de Seguridad Nacional de la Cámara Baja informó en un mensaje en X celebrará una audiencia pública el 10 de enero en la que se expondrán públicamente las acusaciones contra Mayorkas.
Los republicanos todavía no revelaron los testigos que comparecerán en esa audiencia, que, como es lógico, sentará en el banquillo de los acusados a la administración demócrata, sobre todo en el comienzo del año electoral.
La víspera un grupo de representantes republicanos, encabezados por el presidente de la Cámara Baja, Mike Johnson, viajó hasta la frontera sur para exigir políticas más duras contra la migración ilegal.
El titular de ese órgano del legislativo reiteró que durante el último mes del año se alcanzaron cantidades récord en cruces migratorios y «no es gente que busca asilo, o que temen por sus vidas en sus países, sino que vienen criminales, gente que salió de prisiones y vienen aquí a Estados Unidos», dijo en su retórica antiinmigrante.
Mientras, el Departamento de Justicia demandó a Texas por una nueva ley que permitiría a la policía detener a los inmigrantes que entren de forma irregular a territorio estadounidense.