Washington, 30 ene (Prensa Latina) La retórica aumenta hoy entre las autoridades del norteamericano estado de Texas y el Gobierno federal en medio de la actual lucha de poder en la frontera sur.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, reaccionó conque sería un grave «error político» si el presidente Joe Biden nacionalizara la Guardia Nacional de su estado como piden los demócratas.
«Este es el problema número uno en Estados Unidos. Los estadounidenses quieren una frontera segura. Si Joe Biden federaliza nuestra Guardia Nacional, ese sería el mayor error político que se puede cometer, y por eso creo que no lo hará», dijo Abbott a Fox News la víspera.
En ese sentido, Abbott subió el tono porque «dicho esto, por supuesto, estoy preparado en caso de que cometan tal error para asegurar que Texas pueda continuar asegurando nuestra frontera».
La semana pasada, la Guardia Nacional de Texas pareció ignorar una decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos que despejó el camino para que la Patrulla Fronteriza retirara el alambre de púas instalado por el estado a lo largo del borde que separa a Estados Unidos y México.
De hecho, las autoridades estatales dijeron que seguirán la construcción a lo largo de la frontera, una decisión que Abbott justifica ante las críticas a Biden, a quien responsabiliza de no hacer cumplir las leyes de inmigración y ser el causante de la actual crisis en la frontera sur.
Al menos 25 gobernadores republicanos respaldaron a Abbott en su enfrentamiento contra el gobierno federal y durante sus declaraciones dejó caer que «la mitad de los estadounidenses ahora está en contra de la administración Biden».
Algunos demócratas pidieron a Biden que nacionalice la Guardia Nacional de Texas y la obligue a derribar las barreras estatales de alambre de púas para cumplir con el acceso federal al límite con México, tras un fallo de la Corte Suprema la semana pasada favorable a la Casa Blanca, que solicitó derribar esos obstáculos en un área específica del borde.
La disputa parece que continuará, alimentada por el fuego de una campaña electoral que podría tener lenguaje para adultos.