Washington, 18 feb (Prensa Latina) Pese a su confianza en que sí puede lograrlo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, muestra hoy señales en el entorno electoral que atentarían en su carrera hacia la reelección en 2024.
Un análisis publicado por Gallup arrojó que el índice de aprobación de Biden y la satisfacción de los ciudadanos con el rumbo del país, en especial en materia de economía, están por debajo de los niveles asociados con candidaturas exitosas en la búsqueda de un segundo mandato.
En el análisis realizado por Jeffrey M. Jones y Megan Brenan, dos analistas de Gallup, se revisaron diversos indicadores de la aprobación de los estadounidenses sobre el ocupante del Despacho Oval.
De acuerdo con sus comentarios el destino de Biden en los venideros comicios lo determinarían, entre otros factores, si varían los criterios de los electores acerca de la economía, pese a que el mandatario considera que su agenda en ese campo es exitosa.
Por ejemplo, si bien la tasa de inflación en el país ya descendió del máximo de 9.1 por ciento que llegó a alcanzar en junio de 2022, todavía es aproximadamente el doble de la registrada en noviembre de 2020, y muchos aquí siguen luchando con los altos precios.
Todos los presidentes con índices de aprobación del 50 por ciento o más cerca del día de las elecciones han sido reelegidos, acotó un artículo del diario hispano La Opinión.
Mientras los que tuvieron un índice de aprobación inferior al 50 por ciento perdieron, con la excepción de George W.
Bush, quien ganó otros cuatro años en la mansión ejecutiva con un respaldo del 48 por ciento en la última encuesta preelectoral de 2004 de Gallup realizada a finales de octubre de ese año, recordó.
Actualmente el índice de aprobación sobre la gestión de Biden es del 41 por ciento, el más bajo en comparación con otros titulares del sillón presidencial que buscaban un segundo periodo al hacer un corte en enero en un año electoral.
Detener la pérdida de vidas palestinas en Gaza y dejar de armar a Israel, son también condiciones necesarias para un cambio de postura de segmentos de electores, apuntó una columna en Democracy Now al referirse a la posibilidad de que el presidente pierda la reelección.
A su vez, sondeos reflejan que votantes hispanos y jóvenes muestran una tendencia decreciente en su apoyo hacia Biden, lo que podría resultar preocupante para el lado demócrata, pues esos son parte de los grupos demográficos clave que impulsaron su victoria en los comicios de noviembre de 2020.
La tapa al pomo en los últimos días la puso un demoledor informe de un fiscal especial que lo exoneró de culpas respecto a una investigación sobre el manejo de documentos clasificados durante su etapa en la vicepresidencia (2009-2017), pero que lo dejó muy mal parado en sus apreciaciones acerca de sus capacidades cognitivas.
Robert Hur, un fiscal nombrado por Donald Trump en su mandato, destapó una bomba política y aunque el tema de la edad ya era cuestionado, el reporte que puso a Biden como un anciano con buenas intenciones, de capacidades limitadas y olvidadizo ha creado un ambiente nada agradable para el presidente.
Algunas voces republicanas piden incluso que se aplique la 25 Enmienda de la Constitución relacionada con la sucesión en caso de incapacidad para desempeñar los poderes y deberes de su cargo.
Hasta ahora todo queda en el ámbito del debate reabierto acerca de la agudeza mental del presidente y su idoneidad para las presidenciales del 5 de noviembre. Ni él ni el Partido Demócrata han planteado sutituir al candidato, una cuestión no imposible, pero poco probable.