París, 27 feb (Prensa Latina) Considerar el envío de tropas occidentales a Ucrania, aunque sea de palabra, pone hoy al presidente Emmanuel Macron en boca de los líderes políticos de diversos colores en Francia, donde censuran la temeridad de sus propósitos.
La víspera, en una conferencia destinada a impulsar la ayuda a Ucrania en el conflicto con Rusia, el mandatario estimó que además del suministro a Kiev de misiles y bombas de diverso porte, no debería excluirse la posibilidad de enviar en un futuro también tropas, un escenario hasta ahora no evocado, por sus imprevisibles consecuencias.
Sin bien Macron matizó su comentario con la frase de que no existe un consenso al respecto, sus declaraciones desataron una reacción en cadena, que comenzó anoche por el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, quien lo fustigó por lo que implicaría convertir a Francia en beligerante.
«La guerra contra Rusia sería una locura. Esta escalada verbal belicosa de una potencia nuclear con otra potencia nuclear mayor es de por sí un acto irresponsable», subrayó el varias veces candidato presidencial en la red social X.
Para Mélenchon, ya es tiempo de negociar la paz en Ucrania con cláusulas de seguridad mutua para las partes en conflicto, un reclamo compartido este martes por el secretario nacional del Partido Comunista, Fabien Roussel, en la propia red.
El diputado comunista acusó al jefe de Estado de enrolar al país y a Europa en «una escalada de guerra terriblemente peligrosa».
Por su parte, la fundadora de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, tildó de grave el criterio expresado ayer en presencia de una veintena de mandatarios por Macron, quien hoy en X intentó justificar sus propósitos alegando que «es sobre nuestro continente que se desarrolla esta guerra. Lo que está en juego es nuestra seguridad como europeos, nuestro futuro».
No sé si todos se dan cuenta de la gravedad de tal declaración, Emmanuel Macron juega al jefe de la guerra, pero es la vida de nuestros niños de la que habla con semejante negligencia, denunció la principal figura de la extrema derecha francesa y actual favorita en las encuestas de cara a las presidenciales del 2027.
Según Le Pen, derrotada por el presidente en el balotaje de los comicios de 2017 y 2022, lo que pone en juego es la paz o la guerra en suelo francés.
Desde el punto de vista del conservador Éric Ciotti, presidente del partido Los Republicanos, la eventual movilización de soldados galos hacia Ucrania para enfrentar a Rusia cambiaría la naturaleza del conflicto, el cual cumplió dos años el sábado, defendido por Moscú como una operación especial y presentado por occidente como una agresión.
Estos comentarios implican terribles consecuencias, y los hizo sin en el más mínimo debate parlamentario, espetó.
Otro político que fustigó a Macron en las redes sociales fue el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, calificando de inquietante ligereza presidencial los propósitos del mandatario.
«Apoyar la resistencia ucraniana sí. Entrar en guerra con Rusia y arrastrar al continente. Locura», escribió en X.
Interrogado esta mañana sobre el tema en su visita al Salón de la Agricultura de París, el primer ministro Gabriel Attal secundó al jefe de Estado, al alegar: «no podemos excluir nada en una guerra en el corazón de Europa».
Redoblan los tambores de la guerra en un continente que sabe mejor que ningún otro el precio de una conflagración, ojalá que las campanas de la paz repiquen con más fuerza.