Cuando el mar vuelve a ser azul

Por Orlando Oramas Leon

Montevideo, 4 mar (Prensa Latina) «El mar es azul», dijo una abuela uruguaya a sus nietos cuando volvió a la costa deslumbrada de visiones y colores, tras una operación de cataratas por especialistas cubanos.


La frase forma parte del glosario que acompaña el quehacer de la brigada médica de Cuba que presta servicios en el Hospital de Ojos «José Martí» en esta capital, y desde donde irradia a todo Uruguay.


Es una historia que trasciende a ambos países y pueblos desde aquel 8 de julio de 2004 en que los presidentes de Cuba y Venezuela, Fidel Castro y Hugo Chávez, fundaran la Misión Milagro, destinada a devolver la vista a miles y miles de personas en Latinoamérica, el Caribe y más allá.


A fines de 2005 viajaron a la isla caribeña los primeros 13 pacientes para operarse. Fueron en total 21 vuelos y más de dos mil los uruguayos beneficiados.


El 27 de noviembre de 2007 los ministerios de Salud Pública de las dos repúblicas firmaron el acuerdo que sigue vigente hoy. Dos días después quedó inaugurado el Hospital de Ojos «José Martí», aquel héroe de Cuba que sirvió a Uruguay como cónsul en Nueva York.


«Somos una brigada regida por convenios entre los dos gobiernos para prestar servicios médicos de excelencia en oftalmología, mejorar los indicadores de calidad de vida, la atención integral, respetar las costumbres e idiosincrasia y lograr la confianza del pueblo uruguayo, sus autoridades y contribuir a las relaciones bilaterales».


Así dijo a Prensa Latina la doctora Evelyn Almira, directora de la veintena de expertos sanitarios de su país, en su inmensa mayoría mujeres, cuya labor contribuye a que el Hospital de Ojos sea centro de referencia nacional en la atención oftalmológica y del altruismo de la medicina cubana.


Las principales afecciones tratadas son la ceguera por catarata y pterigium, también las intervenciones quirúrgicas de oculoplastia.


Destacan las pesquisas que los antillanos realizan los sábados en el interior del país para detectar padecimientos e iniciar controles preoperatorios. Resulta contacto pueblo a pueblo que se agradece, en particular por personas de la tercera edad, los más necesitados.


Las cifras ilustran, pero no alcanzan a mostrar el tejido que une a los oftalmólogos de la mayor de las Antillas con sus pacientes de la menor de las repúblicas del cono sur americano.


En 16 años la brigada realizó 109 mil 859 operaciones, más de 840 mil consultas y unas 211 mil pesquisas, en una obra de alcance nacional.


Los datos surgen del balance anual realizado en la sede del contingente, en cuyas paredes cuelgan tarjas, diplomas y otras formas de reconocimiento de organizaciones sociales, sindicales e intendencias.


El año pasado la Junta Departamental de Maldonado en pleno rindió homenaje a la brigada cubana. Lo mismo hizo la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionados (Onajpu) y la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua.


La jefa del contingente encomió las relaciones con la dirección uruguaya del hospital y el personal sanitario de esa institución, que se reafirmó en reciente jornada científica que los de la mayor de las Antillas dedicaron a Fidel Castro.


El líder histórico de la Revolución cubana fue el impulsor de la colaboración médica de Cuba con el mundo, donde personal de la isla antillana presta servicios en 57 países, en la mayoría de los cuales está presente la Misión Milagro.


Las cirujanas Yordalis y Anaís, Yamila epidemióloga, Gleisa y Jóscar enfermeros, Raciel laboratorista, Osorio electromedicina, el Yoyo chófer, Aurora en la economía y estadísticas, son algunos de los protagonistas de esta página de solidaridad y humanismo.


Así lo aprecia el secretario general de la Onajpu, Sixto Amaro, quien recordó aquellos tiempos en que sus compatriotas perdían la visión por no poder pagar mil 500 dólares o más para una cirugía de cataratas.
«Ustedes nos trajeron luz y esperanza, y también el sentido humanitario del ejercicio de la medicina», agregó la presidenta de esa agrupación, Estela Ovelar.


«El pueblo cubano les agradece y Cuba se enorgullece», les dijo la embajadora cubana, Zulan Popa.