Argentina: ¿se puede borrar la memoria?

Buenos Aires, 27 mar (Prensa Latina) A menos de 48 horas de su instalación, la escultura de un pañuelo blanco fue retirada de la localidad de Marcos Juárez, en la provincia argentina de Córdoba, refiere hoy el diario Página 12.


La obra fue concebida para reafirmar el compromiso con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, pero las autoridades ordenaron quitar del Parque de los Escritores el símbolo de la lucha de las mujeres cuyos hijos y nietos fueron arrebatados por la última dictadura cívico-militar en este país (1976-1983).


Poco antes, en la ciudad de Posadas, en Misiones, organizaciones sociales, estudiantiles y políticas denunciaron que el Ejército pintó escarapelas sobre pequeños pañuelos dibujados en las aceras por quienes participaron en las marchas por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, a 48 años del golpe de Estado que dio inicio al régimen militar.


«Como pueblo defensor de la democracia, no podemos permitir que una institución como el Ejército borre, censure e invisibilice un símbolo nacional que representa la lucha y la paz en medio de una de las etapas más oscuras de nuestra historia, sabiéndose miembros de ese pasado que nunca más queremos volver a vivir», señala un comunicado de agrupaciones como el Frente Estudiantil, el Partido Comunista y la Central de Trabajadores.


Esa decisión representa el negacionismo de los 30 mil detenidos desaparecidos, de la lucha colectiva de Madres y Abuelas, reconocidas a nivel mundial por no claudicar, conquistar nuevos derechos y restituir la identidad de más de 130 nietos, añade.


Esos hechos fueron precedidos por publicaciones del presidente Javier Milei, la vicemandataria Victoria Villarruel y los perfiles oficiales de la Casa Rosada en redes sociales, que intentan negar los horrores perpetrados durante la dictadura, ponen en duda el número 30 mil y tratan de instalar la teoría de los dos demonios, la cual pretende igualar los crímenes del régimen con las acciones de organizaciones guerrilleras.


Por otra parte, en las últimas horas fueron presentadas denuncias promovidas desde las autoridades nacionales contra la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto, y el exsecretario de Derechos Humanos y nieto recuperado, Horacio Pietragalla, por supuestas incitaciones a la violencia y traición a la patria.


La víspera, el vocero Manuel Adorni, anunció que será cambiado el nombre del Centro Cultural Kirchner, acción que secunda a la decisión de Villarruel de sacar un busto del expresidente Néstor Kirchner (1950-2010) del Senado y su intento de deshacerse de un cuadro de Eva Perón (1919-1952).


A inicios de este mes, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, anunció la eliminación del Salón de las Mujeres de la Casa Rosada, inaugurado el 6 de marzo de 2009, durante el primer mandato de Cristina Fernández.


Ese lugar homenajeaba a grandes figuras como Juana Azurduy, María Remedios del Valle, Evita, Cecilia Grierson, Alfonsina Storni, María Elena Walsh y Mercedes Sosa.


Por decisión de la Libertad Avanza, ahora se llama Salón de los Próceres y no hay en él una sola mujer.


A todo lo anterior se suma el cierre, desmantelamiento y vallado de la agencia de noticias Télam, así como la paralización de la programación y el despido de trabajadores de la Televisión Pública y Radio Nacional.


Asimismo, hace unos meses, Villarruel arremetió contra el Sitio de Memoria ESMA (antigua Escuela de Mecánica de la Armada) y dijo que abarca 17 hectáreas que pudieran ser disfrutadas de otra forma por los ciudadanos.


La instalación fue declarada recientemente Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y es considerada una importante prueba judicial en las causas por crímenes de lesa humanidad.


Allí estuvieron retenidos cerca de cinco mil militantes políticos y sociales, de organizaciones revolucionarias ※armadas o no※, trabajadores, estudiantes, profesionales, artistas y religiosos, la mayoría de los cuales fueron arrojados vivos al mar.


Además, nacieron en cautiverio cientos de niños que fueron separados de sus madres y apropiados ilegalmente o robados.


Por otra parte, el Gobierno anunció el recorte de los presupuestos de las universidades públicas y al Instituto Nacional del Cine, al tiempo que manifestó sus intenciones de vender el cine Gaumont.


En un fuerte operativo, la Policía arremetió contra estudiantes, artistas y realizadores que defendieron esos lugares.


El actor Leonardo Sbaraglia declaró a la prensa que la demostración se realizaba de manera pacífica cuando los efectivos comenzaron a usar gases.


Nos estamos manifestando en defensa del cine argentino frente a un lugar emblemático, donde se estrenan películas que no se pueden proyectar en otro lado, donde se defiende un arte que el mercado no respalda, añadió.


A finales de 2022, el estreno de la película Argentina 1985 y sus posteriores premiaciones en numerosos eventos internacionales recordó la relevancia del séptimo arte en la recuperación y preservación de la memoria.


El filme relata la labor del fiscal Julio Strassera y su adjunto, Luis Moreno, en momentos en que el enjuiciamiento de los jefes militares fue obstruido por las Fuerzas Armadas.


Durante la acusación a los represores, el fiscal aseveró: «Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque es de todo el pueblo argentino. Señores jueces: ÂíNunca más!».


La víspera, el Tribunal Oral Federal 1 de la ciudad argentina de La Plata condenó a prisión perpetua a 10 imputados por crímenes de lesa humanidad en el Pozo de Banfield, el de Quilmes y la Brigada de Lanús.


El procesamiento de los responsables de delitos atroces durante la dictadura fue impulsado a partir de 2003 por Kirchner, quien implementó medidas para separar de las Fuerzas a los responsables de aquellos hechos y anular leyes que habían permitido a los culpables evitar las condenas correspondientes.


Desde entonces fueron condenados más mil 200 represores.


Pese al incremento de los discursos de odio, el negacionismo y un ataque reciente a una militante de la agrupación Hijos, miles de personas marcharon el domingo 24 por la Memoria, la Verdad y la Justicia.


Personalidades como el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y la representante de Madres-Línea Fundadora, Taty Almeida, reafirmaron que son 30 mil los detenidos-desaparecidos y reiteraron su compromiso de lucha.


En las calles, niños, jóvenes, mujeres, hombres, ancianos, políticos, profesionales y gente de pueblo llevaban pañuelos blancos.