Managua, 29 mar (Prensa Latina) Nicaragua rechazó hoy de manera enérgica las constantes agresiones políticas de Estados Unidos y sus aliados contra el Gobierno de China, al cual acusan de cibercampañas y ataques cibernéticos.
A través de un comunicado, el Ejecutivo sandinista saludó al presidente chino, Xi Jinping y a su pueblo y añadió que lo anterior sucede a partir del admirable desarrollo tecnológico de la nación asiática.
«Conocemos el lenguaje y las modalidades agresivas de los Imperios del Mundo. Los hemos vivido en carne propia. Y sabemos que esas agresiones y campañas innobles, responden al afán reiterado de dominio de un mundo que no les pertenece porque somos una comunidad humana de pueblos inteligentes, creativos, cultos y libres», manifestó.
En ese sentido, el documento señaló que son continuos los asaltos verbales de los imperialistas de la tierra (EEUU) contra el pueblo y gobierno de China.
Calificó de admirables los avances del gigante asiático en los campos de la ciencia y la cultura, y afirmó que dichas acusaciones «solo ponen en evidencia el rezago cultural y tecnológico como suprema debilidad de quienes se preocupan y ocupan más de buscar el dominio de un mundo que, como la historia ha demostrado, ni les pertenece, ni pueden dominar».
Resaltó el modelo social, económico, de justicia, desarrollo, solidaridad internacional, equidad y bienestar de China y agregó que representa un ejemplo de lo que puede y debe ser un mundo de estabilidad en todos los campos, a partir del respeto y la incondicionalidad en los vínculos de hermandad para el bien común, la alegría y prosperidad.
«Nos sentimos contentos de trabajar juntos por esa comunidad de futuro compartido, en paz, bienestar y alegría, reconociendo en China, su Gobierno y su Pueblo, las elevadas expresiones de verdadero humanismo y salvaguarda de la paz, tranquilidad, estabilidad, y el cariño fraternal entre los pueblos y gobiernos», subrayó.
Rechazó la injerencia interesada, envidiosa y extrema de los «imperialistas de la tierra», que solo destruyen y no aportan al bienestar que merecen los pueblos creadores y dueños de las riquezas del planeta.