Los archivos no son meros depósitos de documentos del pasado, sino entidades vivas que dialogan con el presente y condicionan el futuro; herramientas fundamentales, especialmente en contextos de desapariciones forzadas, violencia estatal y conflictos sociales, que no es otra cosa, más que violaciones graves a los derechos humanos, enfatizó Julio César Bonilla Gutiérrez, Comisionado Ciudadano del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (INFOCM).
Durante el evento denominado Día del Archivista. Política, Sociedad y Administración. Una visión holística de la Archivonomía, coordinado por la Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía (ENBA), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Bonilla Gutiérrez aseguró que “los archivos son el espejo en el que una sociedad puede y debe mirarse para enfrentar las luces y sombras de una historia que ha formado parte de su modelo actual, comprendiendo así sus realidades muy diversas, muy complejas y, a veces, dolorosas”.
Especialmente cuando nos referimos a las familias en casos donde fueron violadas sus garantías, así como a la sociedad misma que necesita reconciliarse con su pasado, subrayó.
Al dictar la conferencia Magistral “Archivos, memoria y verdad en México”, en la ENBA, del IPN, añadió que los registros documentales emergen como recursos para la investigación histórica, “especialmente en un país como México, que se encuentra en una encrucijada donde la necesidad de preservar la memoria colectiva y garantizar el derecho a la verdad se ha vuelto más apremiante que nunca”.
Los archivos, la transparencia, la rendición de cuentas y el ejercicio efectivo del derecho a la verdad están intrínsecamente ligados a la capacidad de los ciudadanos de acceder a la información pública que resguardan los documentos, detalló.
Invitó a las y los funcionarios a reflexionar sobre las nuevas tecnologías emergentes para preservar íntegro el documento original, manteniendo su valor probatorio y su contexto, así como a digitalizar todos los archivos del pasado.
“Imaginen lo que lograríamos utilizando la inteligencia artificial; podríamos alcanzar a ver, en una revisión histórica, toda nuestra reconstrucción o construcción del pasado, para que podamos entender mejor lo que sucedió”, aseguró Bonilla Gutiérrez.
Los archivos -dijo- no son sólo el reflejo de nuestro pasado, son también la llave para nuestro futuro, herramientas indispensables en la búsqueda de la verdad, justicia y reparación; contribuyen a la creación de una sociedad más informada, justa y reconciliada con su historia.
Moderó la mesa Susana Ocaña López, Docente del Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía, del Instituto Politécnico Nacional.