Londres, 16 abr (Prensa Latina) Científicos de la Universidad de Nottingham, Reino Unido, descubrieron una manera de transformar desechos metálicos en un catalizador eficiente para generar hidrógeno a partir del agua, lo que podría hacer más sostenible su producción.
El equipo de investigadores halló que la superficie de las virutas, un subproducto de la industria del mecanizado de metales, tiene una textura con pequeños escalones y ranuras a nivel de nanoescala.
Estas pueden anclar átomos de platino o cobalto, lo que da lugar a un electrocatalizador eficiente que puede dividir el agua en hidrógeno y oxígeno, según un artículo publicado en el Journal of Material Chemistry de la Royal Society of Chemistry.
El hidrógeno es un combustible limpio que se puede utilizar para generar calor o impulsar vehículos, y el único subproducto de su combustión es el vapor de agua, sin embargo, la mayoría de los métodos empleados para producirlo dependen de materias primas de combustibles fósiles.
De acuerdo con los expertos, la electrólisis del agua es una de las vías verdes más prometedoras para la producción de hidrógeno, ya que solo requiere agua y electricidad.
La industria se enfrenta a un desafío con la electrólisis del agua, ya que este proceso requiere elementos raros y costosos como el platino para catalizar la división del vital líquido.
Con el suministro global limitado y los precios crecientes de los metales preciosos, existe una necesidad urgente de materiales electrocatalizadores alternativos para producir hidrógeno a partir de agua.
En opinión de Madasamy Thangamuthu, investigador postdoctoral del centro universitario, «es notable que seamos capaces de producir hidrógeno a partir de agua utilizando sólo una décima parte del cantidad de carga de platino en comparación con los catalizadores comerciales de última generación».
Amplió que distribuyendo sólo 28 microgramos del metal precioso en un cm² de viruta, pudieron crear un electrolizador a escala de laboratorio que funciona con una eficiencia del 100 por ciento y produce 0,5 litros de gas hidrógeno por minuto a partir de una sola pieza de viruta.
En tanto, el profesor Andrei Khlobystov resaltó el impacto de este descubrimiento en la economía, al resolver dos desafíos importantes.
En primer lugar, permite la producción de hidrógeno verde utilizando la menor cantidad de metales preciosos posible y, por otro lado, recicla los desechos metálicos de la industria aeroespacial, todo en un solo proceso, destacó.