Amsterdam, 25 abr (Prensa Latina) Un estudio realizado por la Universidad de Wageningen, Países Bajos, sobre la invasión del pez león en el Mar Mediterráneo, destacó su rápida propagación y los posibles impactos ecológicos, publicó hoy la revista NeoBiota.
La investigación mostró que la especie de pez león Pterois miles ha ampliado significativamente su territorio en el Mediterráneo desde que llegó a estas aguas hace unos 10 años.
Según los expertos, ya estableció su presencia en el Mediterráneo oriental, y ahora las observaciones se extienden a aguas más frías que antes se pensaba que no eran aptas para la especie.
Originarias de la región del Indo-Pacífico, las especies de pez león Pterois miles y Pterois volitans se consideran los peces invasores de mayor éxito en los ecosistemas marinos, con la capacidad de afectar drásticamente a las comunidades de peces locales y la biodiversidad en las áreas invadidas.
Los peces león son depredadores generalistas e impactan los ecosistemas al depredar ampliamente a los peces locales, incluidos los endémicos de alto valor de conservación.
Como no están acostumbradas al pez león, las especies de presas nativas no suelen huir de este nuevo depredador.
«Después de años de estudiar a estos depredadores, me parece sorprendente cómo pueden adaptarse fácilmente a tantos entornos diferentes y tener éxito en áreas tan diferentes de aquellas en las que evolucionan», dijo el autor principal del estudio, Davide Bottacini.
Siempre es impresionante ver cómo un depredador tan extravagante y, para nosotros, llamativo puede acercarse a su presa sin que nadie se dé cuenta, añadió.
Los estudios genéticos revelaron que el pez león que se encuentra en el Mediterráneo se origina en el Mar Rojo y probablemente entró por el Canal de Suez.
A través de una revisión detallada de los datos científicos existentes, los investigadores identificaron algunas en la comprensión de las interacciones del pez león con los ecosistemas mediterráneos y propusieron futuras direcciones de investigación para abordar esos desafíos.
Aseveraron que esta información proporciona conocimientos vitales para la conservación de la biodiversidad y tendrá implicaciones prácticas para los formuladores de políticas que buscan diseñar planes de mitigación sólidos y eficientes.