Brasilia, 15 may (Prensa Latina) El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, retornará hoy al estado Rio Grande do Sul para acompañar el trabajo de enfrentamiento al desastre climático que mató hasta la fecha a 148 personas, mientras 124 permanecen desaparecidas. Según el último boletín de la Defensa Civil, el número de municipios afectados es de 446 y el total de residentes desplazados llega a 538 mil 545.
Hasta el momento, 76 mil 884 mil personas están alojadas en refugios y 615 mil fueron obligadas a dejar sus casas.
La tragedia ambiental afectó a cerca de 2,1 millones de habitantes de la división territorial.
El Gobierno aplazó el anuncio de medidas destinadas a la población del golpeado territorio. Inicialmente programado para el martes en el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo en esta capital, el pronunciamiento debe hacerse este miércoles en Porto Alegre, capital de Rio Grande do Sul. Las nuevas medidas deben incluir la concesión de un vale de cinco mil reales (unos mil dólares) para cerca de 100 mil familias afectadas directamente por las inundaciones y así puedan comenzar a reconstruir sus casas.
Medios periodísticos aseguran que el cambio de local responde a la razón de estrechar los lazos entre el Gobierno federal y la población gaucha, después que dos eventos anteriores fueron realizados en Brasilia.
Oficialmente, Planalto atribuye el aplazamiento a la intención de Lula de invitar a representantes de los demás poderes para el anuncio.
Durante una reunión virtual con el gobernador Eduardo Leite el pasado lunes, el mandatario expresó su deseo de volver a Río Grande del Sur y, en la ocasión, anunció la suspensión del pago de la deuda que tiene con la Unión por un período de tres años.
La cesación seguirá para el análisis del Congreso como un proyecto de ley complementario, el cual aún tendrá que ser aprobado y sancionado.
«Esa ley complementaria prevé la suspensión del pago de la deuda, ciento por ciento del pago, durante 36 meses. Además, los intereses se reducirán a cero sobre la acción, toda la acción de la deuda, por el mismo plazo», señaló el ministro de Finanzas, Fernando Haddad, quien participó en la reunión con Lula y Leite.
El presidente estuvo dos veces en Rio Grande do Sul desde el inicio de los temporales a finales de abril, en Santa Maria y Porto Alegre, capital estadual, pero básicamente sobrevoló las áreas afectadas y platicó con autoridades.
Mediante plataformas digitales, Lula volvió a afirmar que no faltarán recursos federales al estado asolado por fuertes precipitaciones e inundaciones.
«El Gobierno federal está en diálogo permanente con el Gobierno de Rio Grande do Sul y con las alcaldías para apoyar a la región en lo que sea necesario. No mediremos esfuerzos para ayudar a los municipios que sufren con las lluvias y salvar vidas», rasgueó en la ocasión el fundador del Partido de los Trabajadores.