Crisis de los elefantes

Gaborone, 31 may (Prensa Latina) Mientras el mundo enfrenta la crisis de una población de elefantes en rápida disminución, cazados despiadadamente por su marfil, Botsuana presenta hoy una población de 132 mil paquidermos, la mayor del orbe.


Los 2,3 millones de ciudadanos de la nación del sur de África se quejan amargamente de que en la práctica estos gigantes los están desplazando, reflejó el portal Down to Earth.
En el norte de Botsuana, manadas merodeadoras de elefantes hambrientos y furiosos pisotean los sembrados y demuelen las reservas de maíz, destrozan pozos, aplastan a personas e impiden que los niños vayan a la escuela.


Dado que estos elefantes representan casi tres veces la capacidad de carga ecológica del país (50 mil), Botsuana está luchando por gestionarlos y recientemente donó ocho mil de ellos a la vecina Angola y otros 500 a Mozambique.


En 2019, Botsuana levantó una prohibición de caza de trofeos y citó los altos niveles de conflicto entre humanos y elefantes como una de las formas de controlar la floreciente población de dichos animales, avivando el debate sobre la eficacia de esta práctica como herramienta de conservación.


La caza de trofeos cuenta con el respaldo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como método de conservación de la vida silvestre pero algunos grupos insisten en que no es una práctica de conservación sostenible.


Según una evaluación de la UICN de 2021, el elefante de sabana está en peligro de extinción y estimaciones de 334 localidades en su área de distribución global indican una reducción de más del 50 por ciento de la población continental en los últimos 75 años.


Sobre esta base, algunos conservacionistas se oponen a cualquier esfuerzo por reducir el número de elefantes en cualquier país, independientemente de las circunstancias.
Pero si bien los elefantes están en peligro de desaparecer, su distribución desigual en el continente parece ser la fuente del desacuerdo entre 19 países del área de distribución del elefante africano.


En ese sentido, seis estados del sur de África tienen más del 70 por ciento de la población total, mientras el resto lucha para salvar a la suya de la extinción.


De los alrededor de 450 mil elefantes que hay en el continente africano, 132 mil de ellos son de Botsuana y otros 100 mil de Zimbabue, mientras Sudáfrica, Zambia, Namibia y Angola también tienen un número considerable de ellos.