Bruselas, 1 jun (Prensa Latina) Herramientas de inteligencia artificial (IA) sirven para convertir mentiras en verdades plausibles a los ojos de los públicos e introducen poderes más letales al despliegue bélico, sustentaron durante esta semana varias publicaciones.
Investigadores del Centro para Contrarrestar el Odio Digital (CCDH, por sus siglas en inglés), con sede en Washington, Estados Unidos, probaron seis de las herramientas de clonación de voz con IA más populares para ver si podían generar clips de audio de cinco declaraciones falsas sobre tema electoral, en voz de ocho políticos norteamericanos y europeos.
De acuerdo con los autores, 193 de las 240 pruebas; es decir un 80 por ciento, arrojó clonaciones de voz convincentes.
Ninguna de las herramientas examinadas «tenía suficientes medidas de seguridad para evitar la clonación de voces de políticos o la producción de desinformación electoral», señaló el diagnóstico.
Sobre el uso militar del big data y la IA, también aparecieron esta semana otras señales de alerta, entre ellas, la publicada por el sitio digital El Viejo Topo que reseñó el caso específico del actual conflicto ruso-ucraniano.
Bajo el título de «La IA, arma de guerra», la analista Luca Pisapia, recordó que la conflagración en Ucrania ha sido descrita como un laboratorio para el desarrollo de la inteligencia artificial en los conflictos presentes y futuros, desde la arista puramente militar y de la propaganda.
Poco después de estallar la confrontación en 2022, la revista Fortune estimó que el mercado global de armas letales controladas por IA valía entonces unos 12 mil millones de dólares, pero su valor podría superar los 30 mil millones a finales de la presente década.
El ministerio ucraniano de Transformación Digital, Mychajlo Fedorov, informó en 2023 que Estados Unidos enviaría el interceptor Fortem DroneHunter F700: drones totalmente automatizados guiados por IA, capaces de localizar, reconocer, identificar y aniquilar artefactos similares enemigos, indicó la analista.
«La suerte estaba echada. El destino del campo de batalla, sintetizó, ya no lo decidirían los tradicionales comerciantes de armas, sino las Big Tech de Silicon Valley encargadas de la recopilación de datos y el desarrollo de la inteligencia artificial.»
En menos de un año, ejemplificó, aumentó el protagonismo allí de la empresa Palantir Technologies, una multinacional estadounidense dedicada a la recopilación, el uso y el desarrollo de big data.
Entre sus servicios al ejército ucraniano, se encuentra el sistema Skykit AI, el cual ofrece la posibilidad de analizar los movimientos por satélite de los drones enemigos y los feeds de las redes sociales.
Pero del lado ucraniano no está solo esa compañía norteamericana, sino todos los gigantes de Silicon Valley que prestan ayuda tecnológica al Gobierno en forma de software, nubes, programas informáticos de protección y ataque, defensa y ataque.
En el conflicto ucraniano, sintetizó, Estados Unidos no sólo suministró las armas, sino que también desplegó a los peces gordos Microsoft, Amazon, Google y Starlink.