Washington, 13 jun (Prensa Latina) El núcleo interno de la Tierra registra desde 2010 una desaceleración en relación con la superficie del planeta, moviéndose más lentamente, trascendió hoy.
Dicho proceso está invirtiendo y retrocediendo en relación con la superficie del planeta debido a que se mueve ligeramente más lento en lugar de más rápido que el manto de la Tierra por primera vez en aproximadamente 40 años y en relación con su velocidad en décadas anteriores, el núcleo interno se está desacelerando, concluyó un nuevo estudio realizado por el departamento de Ciencias de la Tierra en la Universidad del Sur de California.
Los investigadores, en conjunto con otros expertos de la Academia China de Ciencias recopilaron y analizaron datos sísmicos registrados alrededor de las Islas Sandwich del Sur a partir de 121 terremotos repetidos que ocurrieron entre 1991 y 2023; así como de pruebas nucleares soviéticas entre 1971 y 1974, e iguales procesos, pero franceses y estadounidenses repetidas de otros estudios del núcleo interno.
De esta manera encontraron que la velocidad de desaceleración del núcleo interno fue causada por la agitación del núcleo externo de hierro líquido que lo rodea, el cual genera el campo magnético de la Tierra, así como por los tirones gravitacionales de las regiones densas del manto rocoso suprayacente.
Aunque todavía no tienen pruebas concretas de las implicaciones de esta desaceleración para la superficie de la Tierra, los expertos creen que el retroceso del núcleo interno puede alterar la duración de un día en fracciones de segundo.
«Es muy difícil de notar, en el orden de una milésima de segundo, casi perdido en el ruido de los océanos y la atmósfera agitados», dijo John Vidale, profesor decano de Ciencias de la Tierra en la Universidad del Sur de California.
En el estudio publicado en la revista Nature, los investigadores puntualizaron que el núcleo interno es una esfera sólida de hierro y níquel rodeada por el núcleo externo de hierro y níquel líquido.
No se puede visitar ni ver, pero las indagaciones sobre este lugar indican que posee aproximadamente el tamaño de la Luna y se encuentra a más de cuatro mil 600 kilómetros bajo nuestros pies.