Brasilia, 20 jun (Prensa Latina) De 10 personas asesinadas en Brasil en 2022, siete eran negras, según revela el informe de Atlas de la Violencia, citado hoy por el portal R7.
Divulgado por el Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA), el reporte indica además que, en total, 35 mil 531 víctimas fatales de la violencia eran negras o mestizas en el año anterior, lo cual equivale a una tasa de homicidios de 29,7 por cada 100 mil habitantes de ese grupo.
Resulta un índice casi tres veces mayor que el registrado para personas blancas, amarillas o indígenas (10,8 por ciento). En estos casos, fueron 10 mil 209 muertes.
Tal documento destaca que 16 unidades de la federación superan la tasa nacional de homicidios registrados de negros en el gigante sudamericano.
En este grupo, solo dos estados no están en el norte o nordeste y serían: Espíritu Santo y Mato Grosso, con tasas registradas de 35,4 y 33,4 por ciento, respectivamente.
Las capitales que registraron las mayores tasas fueron Salvador (Bahía, 70,2 por ciento), Macapá (Amapá, 69,7) y Manaus (Amazonas, 63,5).
En esos casos, el valor de crímenes de personas negras por cada 100 mil habitantes, en las principales ciudades, fue superior al registrado en la unidad federativa.
Los menores índices presentados corresponden a las capitales Sao Paulo (4,1 por ciento), Florianópolis (7,3) y Brasilia (16,1).
«Transponiendo al presente, la horizontalidad que la ley brasileña asegura estableciendo la valla a la discriminación y a la desigualdad, aplicada a cualquier persona, acaba por relativizar el cuestionamiento acerca de la existencia del racismo», explican los investigadores del IPEA.
Sin embargo, precisan, «uno de los indicadores que ponen en jaque esa construcción y evidencian, en la práctica, que la exclusión tiene una dimensión racial son los datos acerca de la victimización de personas negras por la violencia».
También el informe indica que al menos 62 jóvenes de entre 15 y 29 años fueron asesinados por día en 2022 en el país, donde actualmente prevalecen los decomisos de armas de fuego.
Atlas de la Violencia señala que, desde 2012, personas entre esa edad perdieron, sumadas, más de 15 millones de años potenciales de vida.
De los 46,4 mil homicidios registrados, 22,8 mil (49 por ciento de ellos) fueron practicados contra ciudadanos de esta franja etaria. La gran mayoría de las víctimas (94 por ciento) eran varones.