Washington, 25 jun (Prensa Latina) El cirujano general de Estados Unidos, doctor Vivek Murthy, declaró hoy en un anuncio histórico que la violencia con armas de fuego es una crisis de salud pública en la nación.
Murthy advirtió que la violencia armada representa una «seria amenaza para la salud y el bienestar de nuestro país», que no sólo tiene un costo físico grave, sino también mental.
Es la primera vez que el principal organismo de salud pública del gobierno se centra en las armas, según reseñan medios locales.
«Como médico, he visto de cerca las consecuencias de la violencia con armas de fuego en las vidas de los pacientes que he atendido a lo largo de los años», dijo.
«Estos son mamás y papás, hijos e hijas, a todos los cuales les robaron su salud física y mental mediante actos de violencia sin sentido», indicó Murthy en un video publicado este martes en su cuenta en la red social X.
Argumentó que en 2022, un total de 48 mil 204 personas murieron por lesiones relacionadas con armas de fuego, incluidos suicidios, homicidios y muertes no intencionales.
De los decesos relacionados con esos medios letales ese año, más de la mitad (56,1 por ciento) fueron por suicidio y alrededor del 40 por homicidio, según el informe.
«Desafortunadamente, el problema ha seguido creciendo», añadió Murthy, citando una estadística de que el 54 por ciento de los adultos en los Estados Unidos afirman que ellos o un miembro de su familia han experimentado un incidente relacionado con un arma de fuego.
«Muchos de estos daños se sienten desproporcionadamente en nuestras comunidades», lamentó Murthy.
Las personas de raza negra padecen las tasas más altas de homicidios con armas de fuego, mientras que las tasas de suicidio son más altas entre los veteranos, las personas blancas mayores y los indígenas americanos y nativos de Alaska más jóvenes, subrayó.
Quizás lo más discordante de todo sea el efecto de la violencia armada en los niños: desde 2020, ha sido la causa número uno de muerte entre niños y adolescentes, superando a los accidentes automovilísticos, las sobredosis de drogas o el cáncer, añadió.
Confesó que como padre sabe que «la peor pesadilla sería perder a un hijo, sentir que no puedes protegerlo de cualquier daño».
La Asociación Nacional del Rifle, una organización que defiende el derecho de los ciudadanos de este país a portar armas, se opuso a esta declaración.
Se trata de «una extensión de la guerra de la Administración (de Joe) Biden contra los propietarios de armas que respetan la ley», dijo Randy Kozuch, director ejecutivo del Instituto de Acción Legislativa del grupo, su brazo de cabildeo, en un comunicado en la propia plataforma en Internet.
A juicio de Kozuch «Estados Unidos tiene un problema de delincuencia causado por delincuentes» y la renuencia a procesar y castigar a los criminales «por parte del presidente Biden y muchos de sus aliados es la causa principal de ello. Es un hecho simple».