Ginebra, 26 jun (Prensa Latina) La Organización Mundial de la Salud, OMS, reveló que 2,6 millones de muertes se atribuyeron en 2019 al consumo de alcohol, lo que representa el 4,7 por ciento de todas las defunciones.
El texto destacó que frente a ese escenario existen opciones de tratamiento eficaces para los trastornos por consumo de esa sustancia, pero la cobertura del tratamiento sigue siendo baja, pues los datos disponibles indican que la proporción de personas en contacto con esos servicios osciló entre menos del uno y el 35 por ciento en ese mismo año.
Según la OMS, la mayoría de los 145 países que comunicaron datos no disponían de una partida presupuestaria específica, ni de cifras sobre el gasto gubernamental para el tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias tóxicas.
Aunque los grupos de ayuda entre pares son recursos útiles para las personas con trastornos por consumo de alcohol y drogas, casi la mitad de las naciones que respondieron informaron que no ofrecen tales servicios.
El estigma, la discriminación y las ideas erróneas sobre la eficacia del tratamiento contribuyen a estas deficiencias en la provisión de atención, señaló la OMS, y a que las agencias sanitarias y de desarrollo sigan priorizando poco los trastornos por consumo de sustancias.
Para reducir la carga sanitaria y social atribuible esa práctica nociva, la agencia instó a reforzar la capacidad de prevención y tratamiento de los sistemas sanitarios y de asistencia social, movilizar más recursos, ampliar la formación de los profesionales sanitarios, aumentar la concienciación a través de campañas y fortalecer el monitoreo.
El consumo de sustancias perjudica gravemente la salud de las personas, aumenta el riesgo de enfermedades crónicas y trastornos mentales y provoca millones de muertes evitables cada año.
Supone, además, una pesada carga para las familias y las comunidades, pues aumenta la exposición a accidentes, lesiones y violencia, dijo el director general de la agencia sanitaria, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
«Para construir una sociedad más sana y equitativa, debemos comprometernos urgentemente a adoptar medidas audaces que reduzcan las consecuencias sanitarias y sociales negativas del consumo de alcohol y hagan accesible y asequible el tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias», puntualizó.