Ginebra, 2 jul (Prensa Latina) La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó hoy sus primeras directrices para dejar de consumir tabaco, un conjunto de recomendaciones para los más de 750 millones de personas que desean abandonar el dañino hábito.
Más del 60 por ciento de los mil 250 millones de consumidores de tabaco que hay en el mundo (unas 750 millones de personas) desean abandonar el hábito, pero el 70 por ciento no puede acceder a servicios eficaces que les ayuden debido a las carencias y la escasez de recursos de los sistemas de salud.
En las directrices el organismo recomienda un amplio conjunto de intervenciones que abarcan el apoyo para el cambio de comportamiento prestado por profesionales de la salud, los recursos electrónicos y los tratamientos farmacológicos.
Según los expertos, la combinación del tratamiento farmacológico con intervenciones sobre el comportamiento contribuye a aumentar significativamente las tasas de éxito en el abandono del consumo de tabaco.
Enfatizan que los países de ingresos bajos y medianos deben proporcionar estos tratamientos sin costo alguno o a un costo reducido a quienes los necesitan para que les resulten más accesibles.
La OMS recomienda la vareniclina, la terapia de sustitución con nicotina, el bupropión y la citisina como tratamientos eficaces para dejar de consumir tabaco.
En abril de 2024 precalificó los dos primeros medicamentos para la terapia de sustitución con nicotina: el chicle y el parche de nicotina de la empresa Kenvue.
La agencia sanitaria sugiere intervenciones conductuales, como el asesoramiento breve (de 30 segundos a tres minutos) por profesionales como recurso que se ofrezca sistemáticamente en los establecimientos de salud, junto con el apoyo más personalizado para el cambio de comportamiento a los interesados, mediante asesoramiento individual o en grupo.
Ello se puede complementar con el envío al teléfono de mensajes de texto y con otros recursos que implican la participación activa del paciente, como las aplicaciones para teléfonos inteligentes y los programas de Internet.
La OMS anima a los profesionales de la salud, los responsables políticos y las partes interesadas a incorporar y aplicar estas directrices para promover el abandono del consumo de tabaco y mejorar la salud de millones de personas en todo el mundo.