Berlín, 4 jul (Prensa Latina) La transnacional estadounidense Tesla recibió hoy la autorización para ampliar su fábrica de vehículos eléctricos en Alemania, la única que dispone hasta el momento en territorio de la Unión Europea (UE).
El fabricante norteamericano aspira a incrementar la capacidad de producción en la planta ubicada cerca de Berlín, y la Oficina Regional de Medio Ambiente del Estado federado de Brandeburgo dio luz verde al proyecto, indicó la agencia germana de prensa DPA.
De acuerdo con el despacho, el autorizo fue confirmado por el Ministerio de Medio Ambiente, por lo que Tesla puede iniciar las obras antes de lo previsto.
El consentimiento permite expandir la producción en el terreno de la fábrica actual sin talar el bosque, y no contempla el pedido de la empresa para construir un depósito de mercancías, el cual fue acompañado de fuertes protestas, indicó la reseña mediática.
Tesla, abundó el despacho, prevé duplicar la producción prevista de 500 mil carros eléctricos en la localidad de Grünheide a un millón por año, en medio de las preocupaciones de ecologistas y residentes locales, pues el inmueble está situado en parte en una zona de protección del ecosistema hídrico.
Asimismo aspira a construir otra gran nave para expandir y optimizar las instalaciones de producción existentes, así como a elevar la capacidad de producción de baterías de almacenamiento, divulgó la DPA.
Al decir de la cartera de Medio Ambiente, el inicio anticipado de las obras incluye una zona logística para coches nuevos con tuberías subterráneas, la construcción de escaleras en el taller de prensado y paneles solares en los tejados.
El nuevo anuncio inversionista de la multinacional estadounidense ocurre en un escenario signado por el forcejeo entre la UE y China, precisamente por la cuestión de los vehículos eléctricos.
Desde Bruselas, el portavoz de la Comisión Europea, Eric Mamer, declaró este jueves que la decisión de imponer aranceles preliminares a la importación de automóviles procedentes del gigante asiático tienen como objetivo corregir «la situación injusta que se ha desarrollado entre los fabricantes de vehículos eléctricos en la UE y China».
De acuerdo con el Ejecutivo de la UE, los aranceles preliminares, en vigor a partir de mañana, se depositan en forma de garantías bancarias y serán recaudados bajo determinadas circunstancias solo tras adoptarlos definitivamente en noviembre próximo.
Entre otros gravámenes, la disposición contempla aranceles del 37,6 por ciento para los vehículos eléctricos de la compañía SAIC, del 19,9 por ciento en el caso de Geely y del 17,4 para BYD, en adición a los cobros aduaneros regulares del 10 por ciento aplicados desde hace años a las importaciones chinas.