Las calles del Centro Histórico de Oaxaca de Juárez se inundaron de alegría y color durante el segundo Desfile de Delegaciones, un evento que celebra la rica diversidad cultural del estado de Oaxaca. Este desfile, que forma parte de la edición 92 de la Guelaguetza, es una muestra vibrante de las tradiciones, música y costumbres de las 16 etnias y del pueblo afromexicano de Oaxaca.
Desde el primer sonido de los tambores, la chirimía y los cohetones, la ciudad se llenó de expectación. La música resonó por las calles, convocando a locales y visitantes a unirse a esta gran celebración, una antesala de la Octava del Lunes del Cerro. Los acordes de la Banda de Música del Estado de Oaxaca marcaron el inicio del desfile, abriendo paso a las 30 delegaciones que se presentarán el 29 de julio en la Rotonda de la Azucena, consolidando a Oaxaca como el corazón cultural de México y la festividad étnica más grande de Latinoamérica.
A pesar de la lluvia incesante que cayó sobre la ciudad, nada pudo detener la participación entusiasta de los oaxaqueños, así como de turistas nacionales e internacionales. Encabezado por la representante de la Diosa Centéotl 2024, Juana Hernández López, el desfile también contó con la presencia del Gobernador Salomón Jara Cruz y la Presidenta Honoraria del Sistema DIF Oaxaca, Irma Bolaños Quijano.
Los gritos de «¡Viva Oaxaca!, ¡Viva la Guelaguetza!» resonaban en cada esquina, desde las banquetas y ventanales, hasta las terrazas de las casas. El desfile comenzó con las Chinas Oaxaqueñas, quienes con sus marmotas, faroles y monos de calenda, cautivaron al público. Las risas, aplausos y la constante toma de fotografías y videos para compartir en redes sociales, reflejaban la alegría y el orgullo de los presentes.
Las bandas de música de viento de cada delegación llenaron las calles con sones, jarabes y chilenas, en un recorrido que inició desde la Fuente de las Ocho Regiones hasta la Alameda de León, en el corazón del Centro Histórico. Los juegos pirotécnicos en canastas y toritos iluminaron el cielo, añadiendo un toque mágico al evento.
Delegaciones de las ocho regiones del estado, como San Melchor Betaza y Tamazulápam del Espíritu Santo de la Sierra de Juárez; San Pedro Tapanatepec y San Francisco Ixhuatán del Istmo de Tehuantepec, entre otras, mostraron la diversidad y riqueza cultural de Oaxaca. De la Costa, las delegaciones de San Pedro Pochutla y Santiago Jamiltepec contagiaron al público con su ritmo y picardía. La Mixteca estuvo representada por delegaciones como la Heroica Ciudad de Tlaxiaco y San Juan Copala, mientras que los Valles Centrales brillaron con los penachos de la Danza de la Pluma de Teotitlán del Valle y la delegación de San Bartolo Coyotepec.
La delegación de San Juan Bautista Tuxtepec, con su famosa danza Flor de Piña, junto a otras delegaciones de la Cuenca del Papaloapan, también tuvo una destacada participación. La celebración incluyó además la repartición de mezcal, la bebida espirituosa de Oaxaca, que añadió un toque festivo y tradicional al evento. Desde la Sierra de Flores Magón, las delegaciones de San José Tenango y Santa María Teopoxco trajeron las tradiciones de la mística tierra de la chamana María Sabina.
Durante casi dos horas, este segundo Desfile de Delegaciones fue un reflejo de la riqueza cultural y la identidad única de Oaxaca. El evento culminó con una espectacular presentación de pirotecnia que iluminó el cielo sobre la catedral de Oaxaca, cerrando una jornada inolvidable que dejó en todos los presentes un profundo sentido de orgullo y pertenencia a esta tierra de tradiciones milenarias.
Oaxaca, una vez más, demostró por qué es el corazón cultural de México y un referente de diversidad y tradición en Latinoamérica. La Guelaguetza, con sus desfiles y celebraciones, sigue siendo una ventana al alma vibrante de este estado, un lugar donde la cultura se vive y se celebra con pasión y alegría.