Declaran a postre de Oaxaca como patrimonio cultural e inmaterial

Ciudad de México, 28 jul (Prensa Latina) El nicuatole, un postre gelatinoso típico de Oaxaca, ostenta hoy la condición de patrimonio inmaterial y cultural de ese estado mexicano, nombramiento otorgado por el Congreso local.


Dicha declaración reconoce la importancia de este alimento de maíz nativo, cuya elaboración tradicional es llevada a cabo por mujeres indígenas en los municipios de San Agustín Yatareni, Santa María Atzompa y San Andrés Huayápam.


El decreto que designó a este postre prehispánico de la cultura zapoteca fue aprobado por unanimidad con 36 votos a favor, lo cual significa un paso fundamental para la protección y promoción del emblemático dulce artesanal.


También cuenta con identificación geográfica y busca su denominación de origen ante el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial.


El presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Oaxaca, Sergio López, destacó que esta declaración es la primera batalla ganada en el esfuerzo por rescatar y promover el nicuatole.


Al incentivar su consumo y elaboración, se preserva una tradición culinaria ancestral, protegiéndose, además, contra el plagio y el robo de su receta.


La medida promueve el autoempleo en las comunidades donde se produce y beneficia a más de 300 familias dependientes de la manufactura de este alimento.


Este postre se cocina en estufas de leña durante aproximadamente dos horas, después se deja cuajar, a la mezcla se le agrega agua y el sabor deseado, el cual puede ser de frutas o de nuez, tiñéndolo luego con grana cochinilla para obtener su distintivo color rojo.


El nicuatole se vende en locales de San Andrés Huayápam y Santa María Atzompa, así como, en mercados de la ciudad de Oaxaca, y su presencia en estos puntos de venta no solo satisface a los lugareños y turistas, sino, contribuye también a la economía local y a la preservación de su identidad.


La declaración del nicuatole como patrimonio inmaterial y cultural de Oaxaca es un reconocimiento a la riqueza gastronómica de la región y a la labor de las mujeres indígenas que mantienen viva la tradición.