Arrasa leyenda Djokovic al Olimpo con oro en Paris 2024

París, 4 ago (Prensa Latina) La emoción habló por sí sola, Novak Djokovic extendió hoy su leyenda hasta el infinito con el oro olímpico del tenis de París 2024, un título que sus atestadas vitrinas reclamaban a gritos.


Las lágrimas, la euforia, el abrazo al ilustre y digno rival en la cancha Philippe Chatrier, el español Carlos Alcaraz, la rodilla en tierra y la mirada al cielo, «Nole» festejó por lo alto la gloria olímpica, que le abrió las puertas al exclusivo club del Golden Slam, los pocos mortales que han conquistado los cuatro torneos Grand Slam y la corona bajo los cinco aros.


«No sé qué decir, sigo en shock, puse todo mi corazón, mi alma, mi cuerpo, mi familia, todo en la palestra para ganar las olimpiadas con 37 años», afirmó en sus primeras declaraciones el balcánico.


La presea dorada llegó para Djokovic en sus quintos Juegos Olímpicos, tras decepciones y decepciones que tuvieron como único consuelo el bronce en Beijing-2008, donde su eterno rival y también leyenda viviente del tenis, Rafael Nadal, lo apartó del título.


Aquí en la Ciudad de la Luz, el serbio saldó la vieja cuenta mandando temprano a casa al «Rafa», nada más y nada menos que en su feudo, la catedral de la arcilla de la Porte d’Auteuil, en la que el español levantó 14 veces la Copa de los Mosqueteros del Roland Garros.


El rey olímpico subrayó el honor que siente al representar a su país, evocando lo mucho que disfrutan competir por sus banderas Alcaraz, Nadal, el británico Andy Murray (dos veces campeón bajo los cinco aros) y el suizo Roger Federer.


Ahora el Golden Slam tiene un quinto miembro, Djokovic con sus 24 Grand Slam -el máximo ganador- y el oro de París-2024, un club en el que ya estaban sentados íconos del llamado deporte blanco de la talla de la alemana Steffi Graf, Nadal y los estadounidenses Andre Agassi y Serena Williams.


«Nole» tuvo palabras de elogio para Alcaraz, un duro rival en la Philippe Chatrier, cancha en la que el ibérico solo bajó la raqueta después de una batalla de dos 7-6.


Como valor añadido, el balcánico inclinó a su favor la balanza 4-3 en los duelos particulares con «Carlitos», una suerte de D’Artagnan dispuesto a heredar el trono de los tres mosqueteros del tenis: Djokovic, Nadal y Federer.