Ethan Katzberg aprueba con sobresaliente primer test olímpico

París, 4 ago (Prensa Latina) El canadiense Ethan Katzberg añadió hoy el cetro olímpico en París 2024 a su corona del orbe en Budapest 2023, para no dejar dudas de que es el mejor martillista del momento y para varios años.
Por Alejandro Esteban, enviado especial
Apenas iniciada la competencia, Katzberg envío el implemento hasta los 84,12 metros (m) para dejar helados a sus 11 rivales, e incluso marcó 82,28 m en el tercer intento, únicos lanzamientos válidos para el norteño, distancias que en esta jornada dominical ningún otro competidor logró alcanzar.
El también monarca panamericano en los Juegos de Santiago 2023 superó ampliamente el registro previo de 79,93 m, con el cual avanzó a la final, y que solamente entre ambas jornadas pudo ser superado, apenas por cuatro centímetros, por el húngaro Bence Halasz (79,97), finalmente ganador de la presea de plata.
Con la enseña de la hoja de maple en su uniforme, el gigantón (1.98 m) de 22 años enmudeció a sus rivales, quienes no lograron contestar su martillazo inicial, pese a que restaban cinco rondas de lanzamientos.
Ni siquiera los medallistas en Tokio 2020, los polacos Wojcieh Nowicki (titular) y Pawel Fajdek (bronce), y el noruego Eivind Henriksen (plata) lograron recuperarse del impacto inicial y apenas se situaron séptimo, quinto y cuarto lugares, respectivamente.
De Budapest para acá comenzó la era Katzberg, de momento parece indetenible y tal vez es hora de pensar en récords, pues es el único que se asoma al umbral de las marcas mundial y olímpica establecidas por los soviéticos Yuri Sedykh y Serguey Litvinov.
El récord mundial de Sedykh, doble campeón olímpico (Montreal 1976 y Moscú 1980) es uno de los más longevos del atletismo y data del 30 de agosto de 1986, cuando marcó 86,74 m en Stuttgart, Alemania.
Un mes antes, Litvinov consiguió registro de 86,04 m, y junto a Sedykh son los únicos que sobrepasaron hasta la fecha los 85 metros.
El primado en una final olímpica lo posee Litvinov desde la edición de Seúl 1988 (84,80) y por esta ocasión quedó en pie.
De Katzberg, ha dicho su entrenador Dylan Armstrong ※subcampeón mundial en Daegu 2011 y bronce en Moscú 2013 en bala※ que es un atleta muy disciplinado y entregado a la preparación técnica y psicológica.
«La fuerza puede estar, pero solo con ella no llegan los éxitos, por ello entrenamos el sistema nervioso central del atleta, lo estimulamos y analizamos sus reacciones. Todo se basa en la reacción», apuntó.
«Conozco su reacción muy, muy bien. Sé qué sesiones son buenas para él, sé las sesiones que no lo son y, por lo tanto, cuando el entrenador y el atleta lo saben, va a su favor», detalló Armstrong.
Katzberg ha respondido con sobresaliente en Budapest y París, y parece listo para el siguiente test.