Naciones Unidas, 20 ago (Prensa Latina) El coordinador humanitario de Naciones Unidas para el Líbano, Imran Riza, pidió hoy mayores esfuerzos para el retorno a la calma en la Línea Azul al advertir tensiones a ambos lados de la frontera «en su punto más alto».
Durante una rueda de prensa virtual, el diplomático llamó a hacer más para poner fin a las hostilidades entre el Líbano e Israel, y encontrar una solución política y diplomática que garantice protección a los civiles y al personal humanitario.
Casi 200 mil personas fueron obligadas a desplazarse por el intercambio de fuego a lo largo de la Línea Azul desde el 7 de octubre, incluidos más de 110 mil libaneses.
Otras 150 mil permanecen a 10 kilómetros del límite custodiado por Naciones Unidas en zonas del sur del Líbano que se ven afectadas diariamente por bombardeos y ataques aéreos.
Riza aseguró que el aumento de las hostilidades en el área dejó además al menos 130 civiles muertos en el Líbano, incluidos 10 ciudadanos sirios el pasado fin de semana, 21 paramédicos y tres periodistas.
De acuerdo con estimaciones de la Oficina de Naciones Unidas en territorio libanés, 3,7 millones de personas necesitan ahora asistencia humanitaria tras los más de 10 meses de conflicto en Gaza y su impacto regional.
Esa cifra incluye a libaneses, sirios, palestinos y otros migrantes afectados por la crisis, detalló el enviado de ONU en el país.
Sin embargo, la respuesta humanitaria a ese complejo contexto resulta insuficiente por la falta de fondos.
Según Riza, las necesidades están cubiertas apenas en un 25 por ciento, con un déficit de cerca 110 millones de dólares hasta finales de 2024.
«No obstante, hemos logrado llegar a un millón de personas con asistencia y apoyo en lo que va de año, incluidas al menos 180 mil individuos afectados por el conflicto en el sur del Líbano».
El diplomático pidió apoyo para reunir otros 36,4 millones de dólares adicionales que servirán para comida, agua, medicinas y productos no alimentarios como kits de higiene y materiales de refugio para uso inmediato en caso de una escalada.
A juicio del representante de la ONU, una guerra completa en el Líbano resultaría devastadora.
«Necesitamos desesperadamente tener éxito en las cuestiones políticas y diplomáticas», exhortó.
Desde el 7 de octubre, la Línea Azul que separa al Líbano e Israel es también escenario de confrontación, desplazamientos y muertes a ambos lados de ese límite.
La frontera custodiada por cascos azules de la ONU fue establecida por el organismo el 7 de junio de 2000 para determinar si Israel se había retirado del vecino país.
Desde entonces la línea extraoficial divide al Líbano e Israel mientras que la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas exige mantener el alto al fuego además la salida de los efectivos israelíes y libaneses de ambos lados.