Tan sólo en las últimas horas se registraron 14 homicidios dolosos, incluyendo un enfrentamiento entre Policías Estatales y civiles armados, a pesar de la reciente llegada de refuerzos de parte de las autoridades federales a Sinaloa.
El enfrentamiento se registró cerca de la media noche, cuando civiles armados, aparentemente intentaron despojar una camioneta en el sector Santa Fe, al norte de Culiacán, pero sus ocupantes eran policías, iniciando así un enfrentamiento.
El saldo fue de tres hombres muertos y un policía herido, quien fue trasladado a un hospital, donde se reporta fuera de peligro. Los cuerpos quedaron junto a la camioneta en donde viajaban los atacantes, quienes portaban armas de fuego y equipo táctico.
Al lugar llegaron decenas de unidades de las distintas corporaciones, incluyendo a mandos de la Secretaría de Seguridad Pública, quienes realizaron todo un operativo por la zona en busca de más sospechosos.
Mientras las autoridades aún realizaban las periciales, se reportó el hallazgo de una persona muerta por impactos de bala en el fraccionamiento San Isidro, y horas antes, en otros varios puntos de la ciudad, incluyendo el ataque contra un menor de 16 años en el sector Barrancos, quien también perdió la vida.
En suma, durante el sábado fueron asesinadas 13 personas en Culiacán; 7 dentro de la ciudad y 6 en la periferia, además fue encontrada una persona sin vida por la Carretera Internacional México 15, con dirección al sur, pero ya en el municipio de Elota.
También se recibió el reporte de 3 personas sin vida en la zona serrana del municipio de Rosario, pero esta información todavía no ha sido confirmada.
En medio de esta nueva jornada de violencia, las autoridades anunciaban el arribo de 200 elementos del Ejército para reforzar los operativos, y horas antes, ya había llegado otro grupo de Fuerzas Especiales con 10 unidades blindadas y elementos de la Guardia.
En total, las autoridades informaron que, arribaron 312 elementos de distintas corporaciones y estaban por llegar otros 300, como parte de su estrategia de seguridad, la cual no ha logrado reducir la violencia en Sinaloa.