Denuncian condiciones de encierro en Israel de dirigente palestina

Ramala, 25 dic (Prensa Latina) El Club de Prisioneros denunció hoy la decisión de Israel de prorrogar el encierro de la activista y dirigente palestina Khalida Jarrar, sometida a un aislamiento total y a duras condiciones en la cárcel.
En un comunicado, la organización defensora de los derechos de los presos palestinos anunció que las autoridades penitenciarias de ese país prorrogaron por tercera vez la detención administrativa contra Jarrar, de 61 años.
Ese es un procedimiento utilizado por Israel para arrestar a palestinos por intervalos renovables que suelen oscilar de tres a seis meses sobre la base de pruebas no divulgadas, que incluso el abogado del acusado tiene prohibido ver.
Instamos al mundo a defender y proteger la vida de Jarrar y enfrentar la guerra de extermino que el gobierno de Benjamin Netanyahu desarrolla contra nuestro pueblo, señaló el Club.
Recientemente la Fundación Addameer también condenó el total aislamiento y las severas condiciones de encierro a la miembro del Buró Político del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), arrestada hace un año.
El 12 de agosto último funcionarios del Servicio Penitenciario de Israel irrumpieron en su celda en la prisión de Damon y sin aviso la trasladaron a la cárcel de Neve Tirza, usada para mantener aislados a los detenidos.
La dirigente palestina tiene prohibido cualquier visita y fue encerrada en una celda de dos por 1,5 metros completamente sellada y sin ventanas, donde apenas cabe un colchón y un inodoro, apuntó Addameer.
La fundación advirtió que le proporcionan cantidades muy limitadas de agua y alimentos, lo cual es particularmente preocupante dados sus problemas de salud y la necesidad de una dieta especial.
En septiembre de 2021, la miembro del FPLP fue liberada tras pasar dos años en una prisión.
Reconocida por su lucha en defensa de las mujeres y de los detenidos, la activista fue elegida en 2006 para el Parlamento palestino, y luego presidenta de la Comisión de Presos de ese órgano legislativo, además de participar en el grupo de trabajo encargado de presentar una denuncia contra el Estado israelí ante el Tribunal Penal Internacional.
En marzo de 2021 fue condenada por pertenecer al FPLP, un partido de izquierda, pero liberada meses después porque la mayor parte de su sentencia ya la había cumplido en el periodo previo al juicio.
Israel considera al FPLP un grupo terrorista, al igual que al resto de las formaciones palestinas que luchan contra la ocupación y en favor de la creación de un Estado nacional.
Durante su estancia en la cárcel falleció de un paro cardíaco su hija Suha, de 30 años, pero las autoridades israelíes rechazaron otorgarle una licencia para asistir al funeral.
«Fue un momento difícil. Pero sentí que su espíritu me acompañaba», afirmó entonces la militante palestina.