El Hospital IMSS Bienestar Bernardo Sepúlveda Gutiérrez (antes Hospital General de la Secretaría de Salud Estatal) en Zihuatanejo, Guerrero, enfrenta una grave situación de colapso en sus servicios, cuyo origen está directamente vinculado con la empresa constructora, encargada de las obras de remodelación desde mayo de 2024.
El coordinador de los senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara Alta, Manuel Añorve Baños, expresó con enojo, molestia y desesperación: «Esto es inadmisible e insostenible y refleja la absoluta negligencia del gobierno federal al haber contratado a una empresa irresponsable para realizar la remodelación del hospital. A pesar de los graves problemas que enfrenta el IMSS Bienestar de Zihuatanejo, las autoridades federales han mostrado una alarmante inacción, permitiendo que la emergencia se agrave sin tomar las medidas correctivas necesarias.»
Añorve también advirtió que la bancada del PRI en el Senado presentará una denuncia formal contra la empresa responsable por incumplir con los trabajos de remodelación. «Exigiremos que se finquen responsabilidades no solo a esta empresa, sino también a los funcionarios del desaparecido INSABI que aprobaron y asignaron estos contratos sin garantizar que se cumpliera con los estándares necesarios para la seguridad y el bienestar de los ciudadanos», señaló contundente.
El llamado del senador priista es claro hacia el Secretario de Salud Federal, David Kershenobich Stalnikowitz, para que atienda con urgencia la grave situación del hospital, donde la falta de quirófanos y hemodiálisis está poniendo en peligro la vida de cientos de pacientes. Añorve destacó que, por primera vez en mucho tiempo, se registró una muerte materna debido a la falta de un quirófano para atender un parto de emergencia, lo que subraya la urgencia de la situación. «Es momento de actuar con responsabilidad y poner fin a esta crisis», concluyó el legislador.
“El hecho de que el gobierno haya delegado en una empresa que ha incumplido con sus responsabilidades, y que además no haga nada para remediar los daños, deja a los ciudadanos en riesgo. Cada día que pasa sin una respuesta efectiva pone en peligro vidas, y la responsabilidad recae directamente en las autoridades que han permitido esta crisis”.
El legislador guerrerense explicó: “La suspensión de los servicios quirúrgicos por la falta de quirófanos desde hace siete meses y la ausencia del servicio de hemodiálisis desde hace más de 10 días han puesto a la población de Zihuatanejo en emergencia sanitaria. Más de 150 pacientes, que dependen de sesiones de hemodiálisis regulares, se han quedado sin tratamiento, lo que pone en riesgo inmediato sus vidas. Esta crisis es aún más alarmante porque muchos de estos pacientes no tienen los recursos para costear las sesiones en clínicas privadas, cuyo costo supera los tres mil pesos cada una”.
Desde el inicio de la remodelación, las instalaciones han sufrido un deterioro acelerado debido al uso de materiales de baja calidad. La obra no ha resistido las inclemencias del tiempo, lo que ha generado fallas en las estructuras y ha impedido que el hospital ofrezca los servicios médicos básicos. “En lugar de resolver los problemas, la ejecución deficiente de la constructora ha resultado en una mayor vulnerabilidad para los pacientes, ya que el hospital se encuentra sin los equipos y espacios necesarios para atender a quienes más lo necesitan”, dijo el senador del PRI.
“La responsabilidad de la constructora es clara. La empresa, encargada de ejecutar una obra fundamental para el hospital, ha incumplido con su labor de manera flagrante. Su falta de compromiso con la calidad y la seguridad de la obra ha dejado a la comunidad de Zihuatanejo sin un hospital funcional, afectando directamente a los ciudadanos que dependen de este centro para su salud”.
La región de la Costa Grande continúa padeciendo las consecuencias de estos contratos incumplidos y de una remodelación mal ejecutada que no solo ha fallado en mejorar el hospital, sino que ha empeorado las condiciones de atención médica en la zona. Es necesario que se tomen las medidas correspondientes para corregir esta situación y que la empresa encargada asuma su responsabilidad por los daños causados a la infraestructura y, por ende, a la salud de la población, dijo de manera contundente Manuel Añorve Baños.