Washington, 11 feb (Prensa Latina) «Es un despilfarro!», exclamó el presidente Donald Trump días después que su amigo Elon Musk, quien dirige el Departamento de Eficiencia Gubernamental, le emprendiera (también) contra lo caro que resulta producir un centavo en Estados Unidos.
El DOGE (siglas en inglés de departamento recién creado) informó en la red social X, de Musk, que la fabricación de un centavo cuesta más de tres y que les valió a los contribuyentes estadounidenses más de 179 millones de dólares en el año fiscal 2023.
«La Casa de la Moneda produjo más de cuatro mil 500 millones de centavos en el año fiscal 2023, alrededor del 40 por ciento de los 11 mil 400 millones de monedas para la circulación producidas», añadió al fundamentar una idea que no es nueva, pero que cobra fuerza ahora en el desenfreno del mandatario republicano por reducir el gasto federal.
Trump, que elogia en todo momento el trabajo de su aliado -el hombre más rico del mundo- escribió el domingo en su plataforma en Internet, Truth Social, que ordenó al Departamento del Tesoro que deje de fabricar la moneda de esa denominación.
«Durante demasiado tiempo, Estados Unidos ha acuñado centavos que literalmente nos cuestan más de dos centavos. ÂíEs un despilfarro! He ordenado a mi secretario del Tesoro de Estados Unidos que deje de producir nuevos centavos. Eliminemos el despilfarro del presupuesto de nuestra gran nación, aunque sea un centavo a la vez», indicó.
Hace más de 20 años, en un episodio de 2001 de la serie política The West Wing, el personaje de ficción Sam Seaborn la emprendía contra esa moneda. «La mayoría de los centavos no circulan. Van a parar a frascos, cajones de calcetines», dijo entonces.
Mientras otros expertos afirman que la eliminación del céntimo podría hacer más eficiente el tiempo de dependientes y cajeros.
Jeff Lenard, vicepresidente de iniciativas estratégicas del sector en la Asociación Nacional de Tiendas de Conveniencia, dijo a la CNN que cada día se realizan en las tiendas de conveniencia unos 52 millones de transacciones en efectivo.
Y «si ahorramos dos segundos a cada uno de estos clientes, son 104 millones de segundos o mil 203 días», estimó.
Nada, que la pelea contra la calderilla está echada. Quizás en un futuro cercano en Estados Unidos será solo una moneda rara, en manos de coleccionistas.