Proteger el maíz en nuestro país, es proteger el bienestar de toda la población. Por ello, las y los diputados de la Transformación en el Congreso de la Ciudad de México suscribimos todas las acciones encaminadas a cuidar y preservar nuestro patrimonio, como la aprobación de la reforma constitucional para prohibir el cultivo del maíz transgénico.
Así lo manifestó la diputada Xóchitl Bravo Espinosa, en el marco de la discusión de la minuta sobre la modificación a la Constitución Política Mexicana para la conservación y preservación de los maíces nativos, que envió el Congreso de la Unión a los poderes legislativos locales para su aprobación.
“Respaldamos la iniciativa de nuestra Presidenta, Claudia Sheinbaum, a favor de una República rural, justa y soberana; a favor de declarar el maíz como elemento de identidad nacional y establecer la obligación del Estado para garantizar un cultivo del maíz libre de transgénicos en el territorio nacional”, subrayó la Coordinadora del Grupo Parlamentario de Morena.
Ante el Pleno del Congreso capitalino, en su carácter de integrante del Constituyente Permanente, explicó que durante décadas las importaciones no fueron vigiladas, con lo que se permitió la introducción del maíz transgénico.
Al respecto, detalló que un informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos sobre el impacto negativo del maíz transgénico en los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de los mexicanos.
“La introducción de maíz transgénico a México viola el derecho a mantener los sistemas de conocimiento tradicionales relacionados con el cultivo de maíz, así como las técnicas agrícolas y gastronómicas que se asocian a este cultivo en México. Además, se vulnerarían expresiones culturales de relevancia comunitaria como ceremonias y festividades que se vinculan al maíz”, puntualizó.
En ese contexto, aseveró que dicha minuta no solo es importante para las zonas rurales de esta metrópoli, sino también para todo el país porque el maíz forma parte de la vida diaria de la población.
“Está presente a diario en nuestras mesas, a través de sus diferentes presentaciones: las tortillas, los tacos, los tlacoyos, los chicales, el piznate, el téjate, las tlayudas, el pozol, los tamales, los cuales son la base de nuestra alimentación y que también nos aportan proteínas, calorías y calcio. Pero algo muy importante es que nos da identidad”, recalcó.
Asimismo, resaltó que recientemente la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, declaró a la capital del país como un territorio libre de producción de maíz transgénico. Además, expuso, presentó un plan de 11 acciones para proteger y ampliar la producción de maíz nativo y sus más de 60 variedades, entre ellas: reconocer el maíz como patrimonio boicultural.
También, organizar a tres mil productores de maíz a través de la Red Centli; impulsar el Sello Verde como un diferenciador del maíz nativo; instalar tortillerías comunitarias en las Utopías con uso exclusivo de maíz nativo, y la creación de cuatro casas comunitarias de semillas, entre otras medidas.
Así es como nosotras y nosotros en la Cuarta Transformación, de lo que se escribe, de lo que aprobamos, lo transformamos en una realidad. Cuando hablamos del tema del impacto ecológico, no solamente se queda en palabras (…). Una vez más, la Cuarta Transformación le cumple a la ciudad, le cumple al país y le cumplimos a nuestras mujeres y hombres campesinos”, concluyó.