Activan contingencia ambiental en Monterrey

Nuevo León también se encuentra afectado en cuanto a la calidad del aire que llevó a las autoridades a activar la contingencia ambiental en la zona metropolitana de Monterrey debido a las altas concentraciones de polvo y vientos provenientes de Texas, en Estados Unidos, y de Coahuila.

La Secretaría del Medio Ambiente de Nuevo León indicó que los fuertes vientos han provocado una acumulación de polvo en la atmósfera de la zona metropolitana de Monterrey, lo que ha generado un aumento en la contaminación de fondo, conformada por concentraciones de partículas PM10.

La dependencia estatal detalló que los fuertes vientos provenientes del oeste y noroeste, con velocidades promedio de 20 kilómetros por hora han arrastrado hasta Nuevo León altas concentraciones de polvo desde Texas y Coahuila.

Ante estas condiciones, que provocan mala calidad del aire, las autoridades llamaron a la población a evitar actividades al aire libre mientras prevalezcan las condiciones actuales, a fin de proteger su salud.

Además, exhortaron a empresas, establecimientos y construcciones llevar a cabo actividades que permitan reducir sus emisiones y evitar con ello que persista la mala calidad del aire en el área metropolitana de Monterrey.

Monterrey, con calidad del aire muy mala

Actualmente la calidad del aire en el área metropolitana de Monterrey es muy mala con un nivel máximo registrado de 190 ug/m3 en la estación Sureste3-Cadereyta, por el contaminante PM-10, el cual se alcanzó a las 9:00 horas.

Hasta el más reciente reporte sobre el monitoreo atmosférico, cuatro estaciones de la zona metropolitana de Monterrey están en color rojo, que indica “muy mala” calidad del aire y significa un riesgo “muy alto” para la salud de la población.

Entre los riesgos a la salud debido a la alta concentración de contaminantes y la muy mala calidad del aire en Monterrey se encuentran:

  • Mayor probabilidad de presencia de síntomas respiratorios en la población general.
  • Agravamiento de síntomas respiratorios en poblaciones sensibles y en aquellas con enfermedad pulmonar.
  • Incremento en síntomas cardiovasculares.
  • Mayor probabilidad de muertes prematuras en personas con enfermedad cardiaca o pulmonar.