Incertidumbre rodea estudiantes indios en EEUU por proyecto de ley

Nueva Delhi, 9 abr (Prensa Latina) Estudiantes de varias naciones, incluida la India, en Estados Unidos podrían enfrentar problemas migratorios, si se aprueba un nuevo proyecto de ley en análisis en el país norteamericano, destaca hoy aquí la prensa.
De acuerdo con el diario indio The Economic Times, el proyecto reintroducido en el Congreso en marzo propone finalizar el programa de autorización de trabajo de Formación Práctica Opcional (OPT).
Entre sus variantes, en particular las de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM), permiten a los estudiantes internacionales permanecer en el país hasta tres años después de graduarse para adquirir experiencia laboral, destacó el rotativo.
Según la fuente noticiosa, el proyecto de ley ha generado ansiedad entre los titulares de visas de estudiante F-1 y M-1, quienes ahora buscan con urgencia oportunidades de empleo que podrían derivar en una visa de trabajo H1-B, patrocinadas principalmente por empresas tecnológicas estadounidenses e indias, para poder permanecer en Estados Unidos.
Si se aprueba el proyecto de ley, quienes no consigan el empleo podrían verse obligados a abandonar territorio estadounidense de inmediato, perdiendo oportunidades laborales y la posibilidad de ganar un salario para pagar sus préstamos estudiantiles, declaró Poorvi Chothani, de LawQuest, un bufete de abogados de inmigración con sede en Florida.
El informe de Puertas Abiertas 2024 detalla que hubo más de 300 mil estudiantes indios en Estados Unidos durante el año académico 2023-2024, y aproximadamente un tercio eran elegibles para el programa OPT.
The Economic Times agregó que la incertidumbre en torno la referida situación está afectando a los estudiantes indios, muchos de los cuales, además de las dudas sobre su futuro, evitan ir a casa durante las vacaciones de verano por temor a consecuencias al regreso a Estados Unidos.
Los intentos previos de eliminar el programa OPT no han tenido éxito, pero el proyecto de ley actual forma parte de una serie más amplia de medidas antiinmigratorias, incluyendo deportaciones a gran escala, implementadas por la administración del presidente Donald Trump.