San Salvador (Prensa Latina) Un tema que al parecer, al menos a la vista pública, quedó en suspenso entre los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de El Salvador, Nayib Bukele, en la Casa Blanca, fue el futuro de los miles de inmigrantes salvadoreños en el país norteño.
Por Luis Beatón
Corresponsal jefe en El Salvador
«Envío un saludo a los salvadoreños. Quiero decirles que tienen un presidente fuera de serie. Tengo una relación inmejorable con el presidente Bukele. Es un honor tenerte aquí, presidente Bukele», manifestó el estadounidense durante el encuentro el 14 de abril.
Agradezco lo increíble que lo estás haciendo por tu país, apreciamos mucho trabajar contigo porque quieres detener el crimen, y en eso eres muy efectivo, afirmó Trump, pero, y de los inmigrantes qué, es lo que se preguntaban muchos al observar las «buenas» relaciones entre ambos gobiernos.
Durante ese día del encuentro en la Oficina Oval de la Casa Blanca, donde estaban los «pesos pesados» de ambos gobiernos, una encuesta en línea del diario La Prensa Gráfica puso la atención sobre el asunto que más preocupa a los salvadoreños.
¿Qué temas consideras que debería discutir el presidente de El Salvador durante su reunión con Donald Trump?, era la pregunta de la consulta.
La mayoría de los encuestados se inclinaron por Legalidad para migrantes salvadoreños en Estados Unidos (64 por ciento), seguidos bien alejados por el 14 por ciento que identificaron Programas sociales para El Salvador e igual cifra para apoyos económicos.
Tal resultado es obvio. Las remesas que enviaron los salvadoreños radicados en el exterior en 2024 ascendieron a ocho mil 479.7 millones de dólares, un 2.5 por ciento más que en 2023, según el Banco Central de Reserva (BCR).
Más del 90 por ciento de esas ayudas provienen de territorio estadounidense, uno de cada cinco hogares las recibe y representa cerca del 25 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Si no llegan, el país entra en crisis y se acercará a niveles de pobreza parecidos a los de Haití, según expertos.
Esos datos muestran que si no hay protección para los inmigrantes en la nación norteña, el principal aliado de Washington en Centroamérica entrará en crisis. Hasta ahora no hay señales de la Casa Blanca sobre el tema, al menos Trump no prometió nada en público en su encuentro con Bukele.
El mandatario norteamericano no respondió si apoyará la extensión del Estatus de Protección Temporal (TPS) a salvadoreños que en número de cerca de 234 mil tienen protegida su estancia en territorio norteamericano.
Trump no dejó clara su posición sobre el TPS, el cual da un estatus migratorio legal pero temporal a muchos, a los que se suman otros tantos que viven en la sombra y que aportan a las remesas y a la economía del país.
¿Tiene el presidente Bukele una mejor garantía de que ustedes no terminarán el TPS?, fue preguntado por un periodista de los que accedieron al encuentro.
El mandatario estadounidense no dio una respuesta concreta y se dedicó a elogiar al visitante y agradecerle por el acuerdo que le permite deportar a señalados de ser miembros del Tren de Aragua y de la MS-13 a El Salvador, y por la megacárcel en donde los recluye.
«Con el presidente Bukele, tengo una excelente relación con él. Nos conocemos. Lo conozco desde muy joven, como dije, muy joven, y me impresionó (…) De hecho, parece un adolescente. ¿Qué clase de país es este? Creció, creció bien en los últimos cinco años».
Evidente que Trump eludió la pregunta sobre el tema. Incluso cuando le insistieron acerca del asunto y si apoyará una extensión del TPS para los salvadoreños, solo enfatizó: «I support him» (yo lo apoyo a él), mientras señalaba con el pulgar a Bukele.
SOBRE EL ESTATUS DE PROTECCIûN TEMPORAL
El TPS, un programa temporal migratorio aprobado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, benefició desde el 13 de febrero de 2021 a más de 250 mil salvadoreños que vivían en la nación norteamericana.
Con anterioridad, una encuesta de 2017 a beneficiarios de El Salvador y Honduras reveló que el 88.5 por ciento estaba trabajando, la mayoría en construcción, conducción y limpieza de edificios o casas, pero también en jardinería, cocina y tiendas.
La última prórroga de esa medida ocurrió en enero bajo la administración de Joe Biden y vencerá el 9 de septiembre de 2026. Trump, que inició su gestión el 20 de enero, ya canceló el TPS para Haití y Venezuela.
Si Trump mantiene la línea de revocar lo que hizo el expresidente Biden, el TPS para los salvadoreños corre peligro, aunque muchos aún esperan que la cercanía de Bukele y su alianza con Trump evite esa acción.
MIRADA A LOS ARANCELES
Una de las razones que expone la Casa Blanca para imponer aranceles a las importaciones al mercado estadounidense es el desbalance existente entre importaciones y exportaciones, algo que en el caso salvadoreño favorece ampliamente a Estados Unidos.
En el primer bimestre de 2025, El Salvador tuvo un déficit comercial de 389,8 millones de dólares con Estados Unidos, un 16,25 por ciento más que en el mismo período de 2024.
El vecino del norte es el principal socio comercial de El Salvador, con importaciones por cuatro mil 423,4 millones de dólares y exportaciones de dos mil 134,9 millones, lo que deja un déficit comercial con la nación norteamericana de dos mil 288,5 millones de dólares.
Esto significa que El Salvador exporta 2.07 veces menos de lo que importa de Estados Unidos.
Entre las principales exportaciones al cierre de 2024 figuraron materias textiles y sus manufacturas; industria alimentaria, bebidas, líquidos alcohólicos y tabaco; maquinaria y aparatos electrónicos; también café y otras manufacturas.
Las principales importaciones durante el pasado año fueron de petróleo, materiales textiles y sus manufacturas, productos del reino vegetal, vehículos -nuevos y usados-, carnes rojas y pollo. Además de los temas de seguridad tratados en el encuentro del 14 de abril, y del compromiso de Bukele con Trump de convertirse en carcelero de lo peor que expulsa Estados Unidos, está por conocerse cuánto el mandatario salvadoreño alcanzó en la protección de sus compatriotas en suelo estadounidense y en temas de economía.