Aranceles y caso Kilmar Abrego, temas de la semana en EEUU

Washington, 19 abr (Prensa Latina) La agenda mediática de la semana que hoy concluye mantuvo la atención sobre aranceles y el caso de Kilmar Abrego, deportado erróneamente por el Gobierno de Estados Unidos a El Salvador.
El anuncio del presidente Donald Trump de que los aranceles a las importaciones chinas podrían llegar al 245 por ciento y la visita a la Casa Blanca de la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, que vino para hablar de tarifas y negociar, captaron titulares en los medios.
También el viaje del senador Chris Van Hollen, que regresó este viernes a Estados Unidos tras cumplir su principal objetivo: reunirse con Abrego en El Salvador, hacia donde fue deportado el pasado 15 de marzo.
El legislador por Maryland, donde reside Abrego, dijo en su cuenta la red social X «que los tribunales han sido claros: se trató de un secuestro ILEGAL».
Argumentó que el caso tiene una gran importancia para el derecho al debido proceso de todos los estadounidenses y «no es solo sobre un hombre, se trata de proteger los derechos constitucionales de todos los que residen en Estados Unidos de América».
«Si se niegan los derechos constitucionales de un hombre, amenazan los derechos constitucionales y el debido proceso de todos los demás en Estados Unidos», añadió en una conferencia de prensa para informar sobre su encuentro con Abrego.
Una jueza federal dictaminó que el Gobierno de Trump debe facilitar el retorno del deportado, una postura que también respaldó en gran medida la Corte Suprema.
Abrego fue enviado a la megaprisión salvadoreña Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), pero Van Hollen reveló que fue trasladado a otro centro de detención hace nueve días.
«Ya no está en el Cecot», explicó el senador. «Está en una prisión diferente que está bastante lejos de San Salvador».
Van Hollen continuó acusando a la administración Trump de mentir sobre lo que realmente trata el caso de García. «Quieren cambiar de tema», enfatizó.
Sobre su deportación, Abrego contó a Van Hollen que «primero lo llevaron a Baltimore. Supongo que fue al Centro de Detención de Baltimore. Pidió hacer una llamada telefónica desde allí para informar a la gente sobre lo que le había sucedido, pero se le negó esa oportunidad».
«Dijo que después fue llevado con otros desde Baltimore a un centro de detención en Texas y en algún momento después de eso, no sé si fue horas o días, fue esposado, encadenado y subido a un avión junto con otros, donde no podían ver por las ventanas», añadió.
En el Cecot fue colocado en una celda con unas 25 personas, señaló Van Hollen al relatar la conversación con él, en la cual también le comentó que no tenía miedo de los otros prisioneros en su celda inmediata, pero que estaba traumatizado por estar ahí y temía a prisioneros en otras celdas que le gritaban y le hacían burla.