Pide Congreso de la Ciudad de México instalar Casas de Medio Camino

El Congreso capitalino exhortó al Secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Pablo Vázquez Camacho, y al titular de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario, Andrés Ponce Aceituno, a que ejecuten la habilitación de espacios para Casas de Medio Camino para Mujeres en el Centro Femenil de Reinserción Social de Santa Martha Acatitla y en el Centro Femenil de Reinserción Social Tepepan, asegurando su plena operatividad, personal especializado, equipamiento adecuado, atención a la salud mental y adaptados a las necesidades particulares de las mujeres preliberadas o que han obtenido su libertad.

Los diputados y las diputadas en el Palacio de Donceles y Allende aprobaron un punto de acuerdo presentado por la legisladora del PVEM, Rebeca Peralta León, quien solicitó de las autoridades un trabajo coordinado con perspectiva de género que garantice que las mujeres –como ya se hace con los hombres–, puedan contar con espacios que les permitan tener una transición del encierro de una prisión a la reincorporación sana en la sociedad y su comunidad.

La diputada ecologista precisó que la falta de opciones de alojamiento seguro y estable incrementa la probabilidad de que las mujeres recién liberadas caigan en situación de calle; Sin alternativas viables, algunas mujeres pueden verse forzadas a regresar a entornos familiares o sociales disfuncionales, violentos o que propicien la reincidencia delictiva, reforzó.

La incapacidad para satisfacer necesidades básicas como el refugio y la seguridad puede aumentar la desesperación y la vulnerabilidad, factores que contribuyen a la reincidencia delictiva como estrategia de supervivencia, aunado a las mujeres que necesitan tratamientos ininterrumpidos por temas de salud física y mental, dijo.

“Imaginemos a una mujer, llamémosle Fernanda, que hoy mismo cruza las puertas de un centro penitenciario de la Ciudad de México. Tras años de encierro, la libertad debería sentirse como un amanecer, pero para Fer se asemeja más a un precipicio. En sus manos unas pocas pertenencias, en su corazón una mezcla de esperanza frágil y un medio paralizante.

No tiene un lugar seguro al cual regresar, sus familiares no la quieren recibir o no tiene familia, las redes de apoyo que alguna vez tuvo se han desvanecido. Ella requiere de atención pisiquiátrica, y de un tratamiento específico ininterrumpido, dijo desde la tribuna cameral la diputada Peralta León.

“¿A dónde ira Fernanda esa noche?, ¿quién proveerá su tratamiento médico?, ¿cómo enfrentará la búsqueda de empleo sin un domicilio fijo, sin referencias recientes y con el peso de su pasado?”, preguntó la legisladora.

La diputada Rebeca Peralta afirmó que: “Para Fernanda la liberación se convierte en el inicio de una nueva condena. Cuento esto porque muchas mujeres al cumplir su condena que les fue impuesta y al obtener su libertad se le abren las puertas hacia una vulnerabilidad extrema, la exposición, a la revictiminación o la terrible disyuntiva de recurrir a actividades ilícitas para poder sobrevivir. Esto no es ficción, es una cruda realidad que enfrentar las mujeres que egresan del sistema penitenciario de la Ciudad sin un apoyo fundamental, sin un hogar seguro que les permita iniciar su camino hacia la reintegración”, lamentó

Explicó que la creación de una Institución Abierta Casa de Medio Camino Femenil está legalmente reconocida en la Ley de Centros Penitenciarios de la Ciudad de México y su Reglamento, pero desafortunadamente en la práctica no tiene el espacio, ni la funcionalidad que en el caso de los varones.

Expresó que, aunque la Casa de Medio Camino Femenil está legalmente prevista y se han reportado avances significativos en su construcción, asegurar su plena operatividad, dotación de personal especializado y equipamiento adecuado, con programas específicos y adaptados a las necesidades particulares de las mujeres privadas de la libertad, sigue siendo un desafío pendiente hasta que se confirme su funcionamiento, capacidad y beneficiarias.

“Su inexistencia es una clara muestra de las brechas de desigualdad y violencia institucional que persiste y viven las mujeres que se encuentran dentro del sistema penitenciario del país y la ciudad de México. Es por ello, que resulta fundamental abordar estos desafíos para que las Casas de Medio Camino puedan cumplir cabalmente con su propósito y consolidarse como una alternativa viable y efectiva dentro del sistema de justicia penal de la Ciudad de México y a la vez una manera de cumplir los objetivos de la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de la Ciudad de México”, dijo.

No obstante, la legisladora local señaló que “debe quedar claro que la reinserción social no concluye con la salida de la Casa de Medio Camino, por lo que resulta esencial desarrollar programas de apoyo post-egreso robustos y bien financiados que brinden acompañamiento en la búsqueda de empleo, vivienda, continuación de tratamientos de salud (física y mental), y la reconstrucción de redes de apoyo social y familiar”.

Sin duda, aseveró, un gran factor para una reinserción social exitosa consiste también en brindar a las personas preliberadas o recién liberadas la opción y oportunidad de brindarles un lugar donde vivir y atención médica, así como los medicamentos en los casos necesarios con énfasis en una atención especializada para personas con temas de salud mental que atender.

La legisladora Rebeca Peralta afirmó que las Casas de Medio Camino representan una modalidad de externamiento dentro del sistema penitenciario de la Ciudad de México, concebidas como instituciones abiertas que se distinguen notablemente de los centros de reclusión tradicionales.

Su diseño y operación están enfocados en la última etapa del proceso de reinserción social

de las personas privadas de la libertad, comentó la representante popular por el Distrito 24 de Iztapalapa.

Dijo que estas instituciones se caracterizan por la ausencia de sobrepoblación, celdas y altos muros, configurándose como el antecedente más próximo a la libertad para aquellos individuos que han sido beneficiados con alguna medida de semilibertad, esto las posiciona como un eslabón crucial en la transición gradual de la vida en reclusión hacia la reintegración en la sociedad.

Señaló que la finalidad primordial de las Casas de Medio Camino es doble; Por un lado, impulsar la reinserción social efectiva de las personas que han cumplido una parte significativa de su condena y cumplen con perfiles específicos; y por otro, contribuir a la despresurización de los centros penitenciarios convencionales, anotó.

Este doble objetivo subraya la gran importancia estratégica que tienen dentro de la política penitenciaria que busca alternativas más humanizadas y eficientes al encarcelamiento tradicional, ejemplo de ello es la Casa de Medio Camino Varonil que se ubica en San Mateo Xalpa, en la alcaldía de Xochimilco, que opera desde el 15 de septiembre de 2012, lo cual refleja un reconocimiento por parte del sistema de justicia de la Ciudad de México sobre la necesidad de estas casas, concluyó.