Madrid, 10 jul (PL) El gobierno conservador de Mariano Rajoy se mostró hoy seguro de poder superar los pésimos vaticinios del Fondo Monetario Internacional (FMI), que retrasó hasta 2015 el crecimiento de la economía española.
Durante una intervención en el Senado, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, expresó su convencimiento de que España rebasará los pronósticos difundidos la víspera por el organismo multilateral.
El FMI mantuvo sus previsiones de contracción del Producto Interno Bruto (PIB) para 2013 en 1,6 por ciento y recortó de manera notable las de 2014, hasta un crecimiento nulo (cero por ciento), siete décimas menos que su predicción de abril último.
Estas nuevas estimaciones contrastan con las anunciadas recientemente por el Ejecutivo del derechista Partido Popular, que prevén un desplome de 1,3 por ciento del PIB para este ejercicio y un crecimiento de 0,5 por ciento en 2014.
Montoro recordó que ni el Fondo, ni la Comisión Europea ni el Banco Central Europeo auguraron un superávit en la cuenta corriente de esta nación ibérica, por lo que también se pueden equivocar en estos momentos, advirtió.
La segunda mitad de 2013 «puede y debe ser la base de la recuperación económica», indicó el titular.
En su opinión, el aumento del PIB «vendrá con toda seguridad y firmeza a partir del 2014, en cuya segunda mitad la economía española creará empleo», pues -según su criterio- se está frenando el deterioro del mercado laboral, con más de seis millones de parados.
El secretario general de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, afirmó hoy que el Gobierno y el FMI se han equivocado tanto que resulta difícil confiar en sus previsiones macroeconómicas.
Entrevistado por una radioemisora, Toxo alertó que no habrá crecimiento ni este ni el próximo año sin políticas que estimulen la economía, resuelvan el problema de financiación de familias y empresas y mejoren los ingresos públicos.
La austeridad como única receta es un fracaso, que provocó estragos en lo económico y un profundo sufrimiento en lo social, denunció el líder de una de las dos centrales obreras mayoritarias de este país.