El Cairo, 12 jul (PL) Rivales y leales al presidente egipcio Mohamed Morsi planean salir a las calles hoy a apoyar e impugnar su derrocamiento, mientras las tensiones ceden y las nuevas autoridades preparan un gabinete de transición.
Los seguidores, agrupados en la Hermandad Musulmana (HM, islamistas) y entidades afines, aseguran que mantendrán las protestas hasta lograr el retorno de Morsi al palacio presidencial de Ittihadiya, al costo de sus vidas, como les hizo jurar el guía supremo de la entidad, Mohamed Badie, buscado por la Policía que lo acusa de incitar a la violencia.
Desde hace dos semanas miembros de la HM están concentrados en los alrededores de la mezquita Rabaa Al Adawiya, en el distrito capitalino de Ciudad Nasser, donde aseguran que permanecerán por tiempo indefinido.
Morsi era miembro de la dirección de la HM, a la que renunció tras su ascenso a la primera magistratura el año pasado, para demostrar que se proponía ser el presidente de todos los egipcios, aunque sus oponentes afirman que nunca cortó el cordón umbilical.
A la agrupación islamista le ha salido una brecha en la forma de un inédito movimiento llamado Hermandad Sin Violencia (HSV), el cual reivindica medio millar de integrantes, en su mayoría jóvenes, los cuales acusan a la dirección de la entidad por lo que califican de su fracaso en la dirección del país.
Los integrantes de la facción proponen retirar la confianza al guía supremo Badie y a su lugarteniente, Khairat el Shatter, detenido hace dos días acusado de provocar los sangrientos choques del lunes pasado frente al cuartel general de la Guardia Republicana en los que murieron 53 personas, en su mayoría islamistas.
La dirección de la Hermandad está arrastrando al movimiento al abismo tras una historia de lucha de más de ocho décadas, declaró a la prensa Ahmad Yehia, coordinador del HSV, quien agregó que el actual liderazgo violó los principios fundacionales y las enseñanzas del imán Hassan al Banna.
Hassan al Banna fue un maestro egipcio que creó la HM en 1928 como medio de defensa de los valores morales y éticos del Islam y según sus allegados fue adverso a mezclar polìtica y religión.
De su lado, los partidarios de la defenestración de Morsi anunciaron para hoy, primer vienes del Ramadán, un iftar (desayuno islámico) en la plaza Tahrir, epicentro de las protestas que obligaron a renunciar al ex presidente Hosni Mubarak en 2011 y el pasado viernes 30 propiciaron la intervención del mando de las Fuerzas Armadas que sustituyó a Morsi.
Ramadán es el mes musulmán del ayuno y este año comenzó aquí el pasado día 10, con la aparición del primer creciente de la luna.
A pesar de una tirantez omnipresente, la situación comenzó a distenderse en esta capital aunque los signos no provienen de una fórmula de entendimiento entre las partes o de una mediación extranjera, sino de los joyeros, que volvieron a exponer sus mercancías, tras varios días de mantenerse cerrados a cal y canto.