Panamá, 31 ago (PL) Panamá lidera la biofortificación de los cultivos para la alimentación al tener sometidos a esa técnica a cuatro rubros importantes como el arroz, maíz, frijoles colorados y camote o boniato.
El Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (Idiap) reveló hoy que también se realizan otros estudios con otras variedades como yuca, zapallo y frijol vigna, para ampliar los rubros biofortificados.
Este proceso de biofortificación es un método no transgénico mediante el cual se seleccionan cultivos con alta densidad de nutrientes por medio de las prácticas convencionales del mejoramiento genético del vegetal o por fitomejoramiento o también con biotecnología moderna.
Su objetivo es lograr la prevención y el control de las múltiples formas de desnutrición, además de convertirse en una forma eficaz de combatir las deficiencias de micronutrientes en zonas rurales donde existe un mayor número de población vulnerable.
Expertos definen el tema como colocar la agricultura al servicio de la nutrición humana pues gracias a ello se cuenta con arroz con mayor contenido de hierro, maíz gran calidad de proteínas, frijol rebosante en hierro y camote con mayor contenido de betacarotenos o provitamina A.
Según expertos de Agronutre Panamá, que lo promueven entre pequeños y medianos productores, los cultivos biofortificados con técnicas de mejoramiento tradicional, traen también beneficios agronómicos como tolerancia a la sequía, alto rendimiento y en algunos casos cierta resistencia a plagas y enfermedades.