Alerta OMS ante dudas en uso de cigarros electrónicos

De la poca investigación que se ha hecho, la OMS y otras instituciones han encontrado que el vapor de los aparatos se compone de varios químicos que son venenosos y cancerígenos.

Pese a presentarse inicialmente como la solución para fumadores activos y pasivos, el uso del cigarro electrónico ya comenzó a generar dudas.

En su último reporte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió reducir su uso de manera drástica, a falta de conocimientos científicos que dimensionen su impacto en las personas.

«Estamos preocupados por la salud. Estos productos tienen promesas, pero también peligros que podrían ser mortales», explicó a REFORMA el doctor Édouard Tursan, de la Iniciativa Libre de Tabaco, dependiente de la OMS.

De la poca investigación que se ha hecho, la OMS y otras instituciones han encontrado que el vapor de los aparatos se compone de varios químicos que son venenosos y cancerígenos.

Además de nicotina, los denominados Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (ENDS, por sus siglas en inglés) contienen sustancias como el propileno glicol, glicerina y extractos herbales y saborizantes artificiales.

«Para saber si los fumadores tradicionales desarrollan cáncer tomó décadas. El cigarrillo electrónico se hizo popular hace apenas tres años, por lo que falta tiempo», agregó Tursan.

En Estados Unidos y varios países del continente asiático, los cigarrillos electrónicos se han convertido en una tendencia, según lo hacen notar informes del Centro de Investigación del Cáncer de Alemania.

La industria de este aparato y sus defensores argumentos que los componentes químicos dañinos son usados también en algunos productos alimenticios.

De hecho, según una investigación publicada en el British Journal of General Practice, con el uso de los e-cigarrillos se pueden prevenir más de 6 mil muertes prematuras al año.

«Los fumadores están optando por los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar. Los químicos usados en el líquido de estos productos son tan mínimos que no son dañinos», comentó la Asociación Estadounidense para Alternativas Sin Humo, CASAA.

Pero mientras se investigan más a fondo su impacto, fumadores compulsivos comienzan a usarlos como una alternativa para dejar el tabaquismo poco a poco.

«No me importa por el momento las sustancias que pueda contener, yo comencé a usar el cigarrillo electrónico y siento más limpios mis pulmones. Además no molesto a la gente con el vapor», dice Helga Schneider, una alemana de 45 años que fumaba más de una cajetilla de cigarrillos al día.

Para los expertos de la OMS, quienes pidieron en un documento prohibir el uso de los e-cigarrillos en lugares públicos y para mujeres embarazadas, lo más preocupante es que éstos se publicitan como algo seguro y saludable.

«Si los niños comienzan a vaporizar con cigarrillos electrónicos, hay una probabilidad de que esto los lleve a comenzar con el cigarro de tabaco tradicional, y a generar dependencia a él», alertó Tursan.

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