Almudena Grandes: la escritora de la posguerra española

Por Irma Gallo

La narradora aseguró que en ocasiones se nos olvida que Benito Pérez Galdós escribía novelas basadas en la no ficción hace siglo y medio

Inspirada en los Episodios nacionales de Benito Pérez Galdós, Almudena Grandes decidió contar la historia de España desde 1939 hasta 1964. La entrega más reciente de sus Episodios de una guerra interminable, que comenzaron con Inés y la alegría y continuaron con El lector de Julio Verne, es Las tres bodas de Manolita.

«Galdós ha sido quizás el escritor que más ha influido en mi. Primero como lectora y luego como escritora. Así que siempre tengo presente a Galdós; lo tengo cerca de mi cabeza y de mi corazón. Entonces cuando descubrí que tenía material para escribir seis novelas que me iban a permitir recorrer 25 años de la posguerra española, desde el año 39 hasta 1964, me acordé inmediatamente de los Episodios Nacionales y decidí que eran un modelo perfectamente transitable para mí», expresó Almudena Grandes.

La narradora aseguró que en ocasiones se nos olvida que Benito Pérez Galdós escribía novelas basadas en la no ficción hace siglo y medio.

Las tres bodas de Manolita es un relato que se enmarca en la época negra del franquismo, en donde la protagonista se convierte en una especie de símbolo de la esperanza.

Según Almudena, Manolita es un homenaje a muchísimas mujeres españolas que después de la guerra se encontraron sin nada, que eran mujeres que no tenían carrera, que no tenían estudios, que no tenían formación. Las habían educado para vivir con un hombre que las iba a mantener; se quedaron solas y lograron la hazaña increíble de salir adelante y de sacar adelante a sus hijos.

«Hubo muchas mujeres como Manolita en esa época, y su auténtica hazaña es que muchas tienen nietos ingenieros, médicos, arquitectos. Y es increíble saber cómo lo hicieron. Es muy difícil entender cómo lo hicieron, pero lo hicieron. Fueron capaces de hacerlo. Manolita es, sobre todo, una superviviente».

Almudena asegura que la energía de esa época es lo que nos falta ahora, «es lo que ahora necesitaríamos nosotros los españoles. Pero no solo los españoles, probablemente los ciudadanos del mundo, necesitaríamos esa fe, esa esperanza en el futuro para salir adelante», finalizó.

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