Doble moral: Diócesis de Saltillo y Casa del Migrante

Por Guillermo Robles Ramírez

Ahora sí que se ha hecho todo un escándalo público de vil chisme de barrio por la decisión por parte del edil de Saltillo, Isidro López Villarreal, por parte de la casa del migrante y la Diócesis de Saltillo, con tal de buscar reflectores de los medios no les importa llevar una doble moral.

La posición de Isidro López Villarreal, de retirar todo aquel que ande mendigando en los cruceros, así como repartir publicidad y ésta también va para las campañas electorales o políticas, más allá de hacer respetar la ley y reglamento de la Presidencia Municipal, se trata como una parte de atender el llamado ciudadano de los automovilistas en donde ninguno de los dos organismos pueden asegurar que dichas personas puedan cometer algún hecho ilícito.

Ambas organizaciones tratan de llamar la atención con argumentos infundados, pero lo que es peor que tampoco son para hacer algo al respecto en donde dejaron pasar los días, semanas y meses que los ciudadanos veían a las mismas personas pidiendo por la misma causa sin poder regresar a sus lugares de origen, siendo ahí la molestia de no solamente los conductores sino también de los migrantes hondureños en donde ambas, es decir, saltillenses e migrantes se irritan porque por un lado los ciudadanos ya no se creen el cuento y por otro lado los limosneros también molestos porque la gente no les dan y golpean los vehículos e insultan a quienes pasan por ahí.

La Diócesis de Saltillo y la Casa del Migrante tienen que entender que no se puede criminalizar a migrantes cuando ya lo son desde un principio que entran a nuestro país de manera ilícita o con mentiras alegando a las autoridades de migración de nuestro país que van de pasadita cuando en realidad se establecen en las principales ciudades que colindan al norte de los EE.UU.

Su entrada a México es de manera ilegal al igual que lo hacen muchos compatriotas para introducirse al país vecino del norte y de igual manera allá hacen cumplir las leyes para los migrantes ilegales si los encuentran en las ciudades trabajando o ni tampoco se permite mendigar en las calles estadounidenses, lo más lógico es que llegue tanto la policía local como border patrol para sacar a esos mexicanos ilegales.

Ante las medidas preventivas de seguridad escudado y justificado con hacer cumplir el reglamento municipal, no solamente está haciendo cumplir la ley sino también se está exhibiendo la nula acción del Instituto Nacional de Migración al permitir el ingreso ilegal de éstas personas que no cuentan con el permiso de “trabajar”, dentro del país y un foco rojo para convertirse víctimas para el reclutamiento en las filas del crimen organizado.

La doble moral de pretender abogar tanto la Diócesis de Saltillo y Casa del Migrante, son culpables de que éstas personas anden por ahí sin trabajo y carentes de toda orientación, pues no solo basta con darles un alimento o cobija sino que se preocupen de tramitar una legalidad y certeza de que a quienes defienden no cuenten con algún historial delictivo para posteriormente los incorporen dentro de la sociedad con legalidad para que no sean molestados.

Tampoco se debe de confundir la pretensión de hacer de la mendicidad un acto de criminalidad ya que es bien sabido que la migración, sin importar nacionalidad, incluyendo a los mexicanos no es una cuestión de gusto sino es la búsqueda de una mejor oportunidad para poder llevar dinero a sus familias en donde los verdaderos culpables son los gobiernos de las mismas naciones de donde son originarios.

No hay que ir tan lejos para dejar claro éste punto, sino solamente en México la falta de crecimiento económico ha generado una expansión de 2.2 por ciento en los últimos 30 años, datos proporcionados en ésta semana por empresarios y especialistas en seguridad en el marco de la doceava edición en México, de la Cumbre Negocios celebrada en el estado de Querétaro.

Todo es una cadena ya que son preocupante los datos arrojados en esa cumbre ya que a la falta de oportunidades de trabajo y el tema de la inseguridad, se torna de color de hormiga en donde el incremento de asaltos, robos a comerciantes y casas habitación, aumenta.

Solamente basta con echar un vistazo a los principales periódicos para observar que cada vez se van especializando y mejorando los métodos para cometer algún hecho ilícito de seguridad. Pero lo peor de todo es que se empieza a candidatear perfiles interesantes para quienes se dedican al crimen organizado o narcotráfico. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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