Violencia y drogas disparan inestabilidad en Afganistán

Naciones Unidas, 18 dic (PL) Afganistán sufre el impacto de la violencia y las drogas, fenómenos que complican sobremanera cualquier esfuerzo de estabilización, advirtieron hoy altos funcionarios de Naciones Unidas en el Consejo de Seguridad.
El órgano de 15 miembros analizó aquí la situación del país centroasiático, azotado por enfrentamientos, ataques terroristas y auge de los cultivos de amapola para producir opio, problemas que escalaron con la invasión y posterior ocupación extranjeras, encabezadas por Estados Unidos en 2001.
Según el representante del Secretario General de la ONU para Afganistán, Nicholas Haysom, desde 2008 no ocurrirían tantas víctimas civiles, entre muertos y heridos.
La insurgencia ha crecido, lo cual genera preocupación, advirtió.
Para Haysom, es muy pronto evaluar si la inseguridad imperante está relacionada o no con la salida de las tropas foráneas, el próximo 31 de diciembre, aunque ya Kabul firmó convenios con Estados Unidos y la OTAN, destinados a garantizar la presencia militar extranjera.
El diplomático llamó la atención además sobre el complejo panorama político afgano, pese a la reciente formación de un gobierno de unidad, el cual puso fin a una crisis que amenazaba con acentuar aún más las divisiones internas.
Por su parte, el director ejecutivo de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), Yury Fedotov, alertó en el Consejo de Seguridad que la economía ilícita del opio sacude al país, con sus tentáculos del crimen, la corrupción y el lavado de activos.
De acuerdo con Fedotov, ese escenario pone además en peligro a la región y más allá.
Un informe de Unodc publicado en noviembre reportó que los cultivos de la adormidera alcanzaron la cifra récord de 224 mil hectáreas, con la capacidad de producir mucho más opio, del que se obtienen derivados como la morfina y la heroína.
Afganistán elabora el 90 por ciento de esa sustancia a escala mundial.

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