París, 10 feb (PL) El escándalo que envuelve hoy a la filial suiza del banco HSBC apunta a ser sólo el comienzo de un destape que ya reaviva el debate sobre un problema poco atendido: la evasión fiscal.
En la actualidad hay 7,6 billones (millones de millones) de dólares en paraísos fiscales, calculan expertos. Eso acarrea pérdidas de ingresos por impuestos a los gobiernos de al menos 200 mil millones de dólares anuales.
Desde artesanos hasta empresarios, abogados, médicos, algunas celebridades, herederos e incluso personas que han tenido problemas con la justicia, aparecen registradas como parte de una trama de violación de regulaciones impositivas, divulgada por el exempleado de la entidad Hervé Falciani.
El contenido de la llamada lista Falciani se hizo público por una investigación coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación y varios medios de comunicación como el periódico francés Le Monde y el británico The Guardian.
En 2008 Falciani hizo llegar los datos de la evasión fiscal a Francia, pero parte de la información se había mantenido oculta. Le Monde había presentado en enero de 2014 el trasfondo de las investigaciones que se llevaban a cabo en este país a partir de las listas entregadas.
Los últimos datos divulgados indican que se han identificado a 106 mil tenedores de cuentas de unos 200 países en la filial suiza de HSBC por las que transitaron unos 180 mil 600 millones de euros.
Sin embargo, Falciani asegura que hay muchos más nombres que los ya revelados. «No es más que la punta del iceberg», afirmó al tiempo que subrayó que la prensa sólo ha tenido acceso a una parte de los ficheros que él filtró al dejar HSBC en 2007.
Añadió que allí están registradas varios millones de transacciones interbancarias, cifras que «pueden dar una idea de lo que puede estar debajo del iceberg».
La reglamentación, expresó en una entrevista, va a centrarse sobre todo en los clientes particulares que declaran una cuenta en su nombre propio, pero esos son los pequeños defraudadores, mientras que los de alto nivel recurren a sociedades pantalla, a veces creadas de forma fraudulenta.
Falciani también se refirió a la protección de las personas que como él divulgan información sobre estos temas. En su caso está bajo la amenaza de una orden internacional de arresto lanzada por Suiza por sustraer los documentos.
Bautizado como «SwissLeaks», el escándalo se centra en datos que corresponden al periodo que va de 2005 a 2007. Solamente entre el 9 de noviembre de 2006 y el 31 de marzo de 2007, transitaron por estas cuentas en Ginebra alrededor de 180 mil 600 millones de dólares, muestra la información sacada a la luz.
«Reconocemos y somos responsables de fallas de cumplimiento y de control en el pasado», admitió el banco británico HSBC Holdings Plc, tras las revelaciones sobre su filial suiza.
Dijo que la industria bancaria privada helvética, muy conocida por su secretismo, operaba de manera diferente en el pasado y esto podría haber llevado a que la sucursal haya tenido «un número de clientes que podrían no haber cumplido totalmente con sus obligaciones impositivas aplicables».
Autoridades de naciones como Francia, Bélgica y Argentina indicaron que ya están investigando.
Desde hace muchos años diferentes voces se escuchan para denunciar el auge de la evasión y de los paraísos fiscales, territorios muy socorridos por ventajas ofrecidas como la exención total o una reducción muy significativa en el pago de los principales impuestos.
Expertos critican la poca atención que se le ha prestado a un problema que consideran una especie de agujero negro de la economía mundial, ya que además del dinero en efectivo hay otras formas de riquezas como obras de arte escondidas y libres de impuestos en esos puntos.
Todo ello sigue ocurriendo en un contexto de persistentes problemas económicos, pues con estrategias y gestiones adecuadas, parte de ese dinero podría destinarse a temas tan sensibles como garantizar la correcta alimentación de millones de personas que pasan hambre en el orbe.