París, 10 feb (PL) La popularidad del presidente francés, François Hollande, perdió en febrero ocho puntos, en momentos en que parecen volver a tomar fuerzas las preocupaciones económicas, mostró hoy un sondeo.
El descenso se aprecia a un mes de los atentados ocurridos a principios de enero en París, hechos que favorecieron la imagen de Hollande semanas atrás, precisó la pesquisa, elaborada por el Instituto Ipsos para el diario Le Point.
También la popularidad del primer ministro, Manuel Valls, se vio mermada en febrero, detalló.
El 67 por ciento de los encuetados tienen una opinión desfavorable del presidente y el 43 por ciento de Valls.
Sondeos divulgados a las dos semanas de los ataques iniciados el 7 de enero, mostraron un repunte de la popularidad de Hollande y del primer ministro.
De esa forma, el mandatario más impopular de la llamada V República, iniciada en 1958, gozó en esos días de una mejor opinión de los habitantes de la nación gala, quienes aprobaron la manera como manejó la situación tras los atentados.
Incluso sus principales rivales políticos, el expresidente Nicolas Sarkozy, de la conservadora Unión por un Movimiento Popular, y Marine Le Pen, del ultraderechista Frente Nacional, opinaron que el actual inquilino del Elíseo estuvo la altura de las circunstancias.
Sin embargo, justo como señalaron algunos analistas en aquel momento, todo parece indicar que se trató de un repunte efímero de la popularidad.
La insatisfacción de la población con relación a la gestión presidencial ante problemas domésticos como el incremento del desempleo y el insuficiente crecimiento económico, comienzan a recobrar protagonismo.
Desde su llegada al poder en mayo de 2012, Hollande prometió revertir la curva ascendente del paro. Empero no ha podido solucionar uno de los problemas que más golpea a los habitantes de esta nación europea.
La cantidad de solicitantes de empleo, sin ningún tipo de actividad, alcanzó en diciembre de 2014 los 3,496 millones, según un reciente informe del Ministerio de Trabajo.
Si se tienen en cuenta, el número de individuos que tienen una actividad reducida y estaban también en busca de trabajo, la cifra se eleva hasta los 5,21 millones de personas.
Expertos vinculan la situación del mercado laboral al estancamiento del Producto Interno Bruto como consecuencia de las medidas de austeridad aplicadas en la Eurozona para contener el incremento del déficit y la deuda pública.