San Jerónimo se llenó de libros, poesía y una gran comilona este fin de semana

Por Irma Gallo

Calera-Grobet agregó que por primera vez el encuentro se abrió a catapultar una franja muy novísima de escritores mexicanos y no a la de su generación que son los que tienen 40 años

 
(N22) «Sí hay músculo en la poesía, como lo acabamos de comentar también hay músculo en la producción editorial, porque fíjate que estamos hablando de editoriales que no por ser alternativas, independientes o como se quiera llamar, o pequeños corporativos, pequeñas empresas, no significa que publiquen material de segunda ni escritores de menor valía», comentó en entrevista Antonio Calera-Grobet.
 
Con la presencia de 76 sellos editoriales, 54 poetas jóvenes leyendo en voz alta, música en vivo y la ya tradicional comilona, este fin de semana se llevó a cabo la Feria del libro al aire libre en San Jerónimo, en pleno centro de la ciudad.
 
Calera-Grobet agregó que por primera vez el encuentro se abrió a catapultar una franja muy novísima de escritores mexicanos y no a la de su generación que son los que tienen 40 años, sino a los más jóvenes. Y ha sido muy revelador ver el estado actual de la poesía, que creo que vive una edad de oro.
 
«Estamos viendo materiales muy bien logrados, también la tecnología puede verse  en la facilidad de ahora para hacer libros digitales, libros electrónicos, libros con tirajes cortos, artesanales, donde el placer vuelve a ser visual, táctil en el libro».
 
El autor de Gula dijo que él tenía ganas de volver hacer la comilona, porque considera que eso cierra ya el círculo. «He estado hablando de un triángulo, o sea, editores, poetas y ciudad, y el centro que alinea todo fue este experimento maravilloso de la gran comilona que sigue sucediendo. Seguramente esta mesa seguirá hasta la noche, donde la gente comparte el relato», finalizó.

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