La Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública “no es un punto de llegada, sino un punto de partida” para lograr mejores prácticas en el gobierno y lograr una nueva cultura de transparencia.
Con ella será posible construir gobiernos abiertos cuyo deber es servir a los ciudadanos, expuso el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Julio César Moreno, quien aseveró que la LXII Legislatura ha construido un legado para el futuro de México.
“Legado que tiene su fundamento en la aprobación de 29 reformas constitucionales sobre temas como educación, telecomunicaciones, competitividad, transparencia y combate a la corrupción, que conforman una nueva visión del Estado mexicano”, agregó.
El legislador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) aseguró que en materia de transparencia el compromiso de los representantes populares se tradujo en fortalecer un Estado democrático.
Así se aprobó una reforma que establece las herramientas jurídicas de la Constitución para que el Estado tenga un funcionamiento eficiente y ético de sus instituciones, además de que genera estándares de vigilancia respecto a la transparencia y la rendición de cuentas de los Poderes públicos y de su pleno ejercicio en la gestión pública.
También contribuirá al fortalecimiento de una verdadera cultura de valores sobre transparencia, como un elemento primordial para la democracia del país.
Por lo tanto, el objetivo fundamental de la reforma constitucional de establecer la certeza del derecho a la información de todos los ciudadanos y la obligación del Estado para garantizar el ejercicio de este derecho, se tradujo en la aprobación de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública.
Señaló que la ley mantiene el espíritu de la reforma constitucional, al garantizar a los ciudadanos el derecho de exigir a cualquier sujeto de gobierno o privado que reciba o ejerza recursos públicos, información sobre su destino y su ejercicio, además de que permite evaluar el desempeño de la aplicación de estos.
No sólo los tres órdenes de gobierno están obligados, ahora también están sujetos a la transparencia los sindicatos, órganos autónomos, partidos, fideicomisos y fondos públicos, incluyendo los Poderes Legislativo y Judicial, con lo cual el ejercicio de la autoridad queda expuesto al escrutinio público.
Al participar en la inauguración del seminario “Alcances y retos de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, el legislador perredista expuso que “este marco legal distribuye competencias y empodera al ciudadano para convertirlo en un ente que evalúa y vigila a sus gobernantes”.
“Frente a la desconfianza de una parte de la sociedad se responde con la norma, pues siempre que se ejerzan recursos públicos, la información sobre dicho ejercicio le pertenece a la ciudadanía”, agregó Moreno Rivera.
El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados insistió en que esta es una ley que permite a los ciudadanos y al gobierno sentar las bases para el ejercicio transparente y democrático del quehacer público y político.
Con la nueva legislación, además, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) no sólo cambia de siglas, también se fortalecen sus facultades y las bases que garantizan el ejercicio del derecho a la información pública.
Hizo notar que el nuevo marco legislativo en materia de transparencia implica cambios en el diseño sobre la rendición de cuentas, por lo que se requiere de instituciones preparadas que con voluntad y apertura estén a la altura de las exigencias de la sociedad mexicana.
Sin duda México ha avanzado en favor de la transparencia con la emisión de esta ley, pero todavía hay un camino que recorrer para que los mexicanos hagan pleno uso del derecho a la información.
Ahora le corresponde a las instituciones, los ciudadanos y las autoridades ser vigilantes de su aplicación, pues sólo así se fortalecerá la confianza en las instituciones y será posible mirar al futuro con esperanza renovada, aseguró el diputado Moreno Rivera.