Protesta continúa en Okinawa pese a demanda del gobierno japonés

Tokio, 17 nov (PL) Las protestas por la reubicación de una base militar estadounidense en Okinawa continuaron hoy, pese a la querella judicial que interpuso el gobierno japonés contra la administración de esa prefectura.
El ministro de Territorio, Keiichi Ishii, presentó este martes una demanda exigiendo al gobernador okinawense, Takeshi Onaga, revocar su decisión de impedir las obras para el traslado del enclave militar aéreo dentro de la isla sureña.
Los manifestantes, sin embargo, dijeron que organizarán una sentada masiva mañana frente al campamento Schwab, en la ciudad de Nago, para oponerse a las acciones del gobierno.
«El gobierno japonés ha demandado a Onaga, nuestro gobernador, y debemos seguir elevando nuestras voces en contra de la locura», afirmó Hiroji Yamashiro, líder del Centro para la Paz de Okinawa, dijo en su discurso ante los manifestantes.
«No es el gobernador, sino el gobierno central el que debe ser acusado», sostuvo.
La disputa entre los gobiernos central y okinawense viene en aumento desde el mes pasado, cuando Onaga revocó los permisos constructivos otorgados por su predecesor, Hirokazu Nakaima, en 2013 para trasladar la base de Futenma, cerca de un concurrido barrio residencial, a la zona costera menos poblada de Henoko, en la misma prefectura.
El secretario del gabinete, Yoshihide Suga, dijo que el gobierno no tenía más remedio que demandar a Onaga, dada la necesidad de eliminar los peligros planteados por lo que catalogó como «el aeródromo más peligroso del mundo».
En 2004, por ejemplo, un helicóptero de la Infantería de Marina estadounidense se estrelló en la Universidad Internacional de Okinawa, adyacente a la base.
Aun así, el objetivo de las protestas no se limita al traslado de esa instalación, pues el gobernador Onaga prometió en su campaña electoral que también tomará en cuenta los reclamos de la población sobre la retirada total de los militares estadounidenses de la isla.
La mayoría de los okinawenses considera una carga demasiado pesada que esa prefectura, con solo el uno por ciento del territorio del archipiélago nipón, concentre más de la mitad de los 47 mil efectivos norteamericanos desplegados en Japón.

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