SOBRE PEDALES…

Por Alfonso Origel

«Para mi querida Lorena Rodríguez en estos momentos difíciles donde tiene que soltar».

GÉNESIS
No supe nunca que fue primero, si un carrito metálico de pedales, fórmula uno, o un triciclo azul cielo marca Apache, que duró en la familia, hasta que yo cumplí los once años. En alguno de estos dos vehículos, yo aprendí a pedalear. Años después llegó la mágica y sorprendente Vagabundo dorada, bicicleta que era montada con gran estilo por la ahijada de mis padres, Teté y por ser la mayor de la flotilla, ella decidía quien la manejaba y quien no. Esa Vagabundo la utilizamos hartos años, hasta que se rompió y su destino final fue el basurero.
Años después, apareció el amor de mi vida, una Benotto 700 de ruta, chulada de arroz prieto, la cual me inicio, en rodadas más largas en aquellos tiempos, rodaba de la estación Nativitas del metro, hasta la Av. San Fernando, donde actualmente se encuentra la Escuela de Medicina de La Salle, todo un Vía Crucis. Y un día, todo se acabó, de regreso de San Fernando, una “pecera” me aventó sobre Calzada de Tlalpan y Taxqueña… Perdí la bici, y un poco de honra que aún me quedaba…
Muchos años después, me volví a subir a una bici; empezaban los paseos dominicales, y gracias a un amigo, en Reforma, me volví a trepar una de estas bestias… Resultado, no me he vuelto a bajar desde entonces, y llevamos cerca de nueve años, sobre estas hermosas estructuras de metal y caucho.
Al principio tomaba el metro y subía a mi fiel corcel, para llegar a l estación Juarez y de ahí darle una vuelta al circuito, haciendo escala en el Salón Corona de Motolinia, para hidratar de tan intenso pedaleo, sin embargo eso duró poco, con el paso de los meses, buscaba más aventuras y mayor distancia, y descubrí, que existen grupos ciclistas nocturnos, y junto con mi amigo, nos aventuramos a descubrir.
Llegamos puntuales un miércoles, a eso de las 21:00 horas a la Columna del la Independencia, donde investigamos que rodaba el grupo Bicitekas, y nos unimos, a partir de ese momento, seguimos descubriendo grupos nocturnos, que en aquel entonces eran pocos...”Mujeres en Bici”, “Lobos Bike”, “Lunáticos”, “Bicirrosis, ciclistas bohemios”, y los domingos ocasionalmente, con el grupo más antiguo de la Ciudad de México, “Biciperros” del Parque Hundido. Todos y cada uno de ellos grupos que me enseñaron mucho y próximamente hablaré de personajes de leyenda del ciclismo urbano.
Cuenta la leyenda que actualmente existen al rededor de 600 grupos ciclistas en la Ciudad de México, algo que debemos investigar y saber si el dato es real. Por lo pronto, si tú que me estás leyendo, perteneces a algún grupo ciclista, y te interesa aportar información, favor de comunicarte conmigo para sentarnos a platicar un día de tu grupo, y dar la,información pertinente.

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DE MUESTRA UN BOTÓN.
Este domingo 13 de marzo, el grupo ciclista Bicirayos del SME (Sindicato Mexicano de Electricistas), organizó una rodada a la Ciudad de Cuernavaca, Morelos, con motivo de su cuarto aniversario, la cual rodaremos, y daremos los pormenores del evento.
Para cualquier atención, ponchorigel@gmail.com

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Recuerda que esta columna la tendrás todos los viernes

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